Reforma constitucional y Presidente estafado


Luis_Enrique_Prez_nueva

Opino que el presidente Otto Pérez Molina fue estafado por los autores del proyecto de reforma de la Constitución Política de la República que él ha presentado públicamente, para que sea objeto de deliberación, discusión, crítica u oposición. Es el peor proyecto concebible.

Luis Enrique Pérez


Los autores de ese proyecto estafaron al presidente Pérez Molina por las siguientes razones: primera, omitieron exponer los motivos por los cuales la Constitución Política de la República debe ser reformada; segunda, no distinguieron entre leyes que tienen una naturaleza constitucional, y leyes que no la tienen; tercera, pretendieron que leyes ordinarias adquieran calidad constitucional para dificultar que sean modificadas o eliminadas; cuarta, tenían interés en que la Ley Constitucional sirviera a finalidades políticas o ideológicas; quinta, ansiosos de que, si la reforma era aprobada, tuviera eterna vigencia, pretendieron que sólo una Asamblea Nacional Constituyente tendría el poder de reformar la Constitución Política de la República; sexta, intentaron complacer a todos aunque a nadie pudieran complacer; y séptima, el proyecto de reforma que engendraron no fue un todo sistemático del cual podría jactarse la ciencia del derecho, sino fue un agregado casuístico del cual podría jactarse la ciencia del caos.
    
     Hay indicios de que el proyecto de reforma constitucional finalmente fracasará. Y fracasará porque está expuesto a sufrir una drástica transformación que pretendería enmendarlo, pero realmente lo disolvería; o porque el Congreso de la República no aprobaría ni el proyecto original ni el proyecto transformado, o porque finalmente los ciudadanos no ratificarían la reforma constitucional original o transformada que el Congreso de la República aprobara. Opino que la responsabilidad del fracaso no será del presidente Pérez Molina. Será responsabilidad de los autores del proyecto de reforma.
    
     El presidente Pérez Molina fue estafado; pero no quiero suponer que los autores del proyecto de reforma constitucional hayan tenido la intención de estafarlo. Quiero suponer que la intención de ellos era proponer una maravillosa obra puramente jurídica, que inaugurara, en la historia de Guatemala, una época de esplendor de la justicia, el derecho y la ley. Quiero suponer también que en ellos había más ineptitud que perversidad, o más ignorancia que arrogancia. Empero, aunque no hubieran tenido la intención de estafar al presidente Pérez Molina, el producto fue una estafa; y defraudaron la confianza que él tuvo en ellos. Creo que el presidente Pérez Molina todavía no se ha percatado de que ha sido estafado, y hasta persiste en defender el proyecto de reforma constitucional; pero creo que finalmente se percatará de la estafa, y hasta se convencerá de que era más sensato no proponer una reforma constitucional, que proponer la reforma con la cual fue estafado.
    
     Opino que el presidente Pérez Molina debe desistir urgentemente de promover la aceptación del proyecto de reforma constitucional, para evitar que le cause un perjuicio político mayor que el que ya haya podido causarle. Si desiste, tendrá la opción de proponer, con fundamento en irresistibles argumentos jurídicos, una auténtica reforma constitucional, y no una miserable chapucería jurídica, propicia para desprestigiarlo.
    
     Post scriptum. Quizá políticamente es mejor que el presidente Pérez Molina corrija voluntariamente el error de haber propuesto la reforma constitucional con la cual ha sido estafado, que ser obligado a corregirlo.