Reforma constitucional al gusto y a la medida


francisco-reyes

Los Acuerdos de Paz plantearon que la actual Constitución Polí­tica de la República fuese modificada. Manuel Ayau y sus 40 allegados de ProReforma y setenta mil firmas que recaudaron, propusieron otra reforma a la Constitución; hoy por hoy, Roberto Molina Barreto presenta una reforma a la Carta Magna “dirigida y especí­fica al sector justicia”. Igual, la Universidad de San Carlos, Rafael Landí­var y ASIES han hecho propuesta de forma concreta y especí­fica.

Juan Francisco Reyes López 
jfrlguate@yahoo.com

 


Por qué el Congreso y la ciudadaní­a debe aceptar que la propuesta o modificación a la Constitución sea sólo la que un sector quiere. Será esto democracia o será la pretensión que sólo lo que opina un sector es lo que tiene validez y procede reformar. Lo procedente deberí­a de ser que en un criterio de igualdad y democracia se convocara a un poder constituyente, donde todos los sectores tendrí­an la posibilidad de proponer que se eligieran personas que representen sus opiniones, pero que no se circunscriban solo a aspectos especí­ficos que a cada uno de los que han propuesto les complazca, les convenga y les acomode.

No son pocos los aspectos que el tiempo ha evidenciado debe de enmendársele a la Constitución. Â¿Por qué el Ministro de la Defensa tiene que ser un militar en servicio activo y no puede ser un ciudadano como lo es en muchos paí­ses del mundo? Ejemplo, en Estados Unidos y Chile, el Ministro de la Defensa es un funcionario miembro del Gabinete y el Gabinete discute y aprueba temas de toda í­ndole. Por qué el servicio militar es el único que se contempla en la Constitución, debe separarse lo que es servicio militar de servicio social, ante todo en un paí­s donde existe tanta desnutrición, falta de agua potable, de disposición de excretas, de reforestación, etc.

Por qué no puede haber un servicio social municipal, departamental y nacional. La disyuntiva de escoger uno y otro servicio debe ser individual, actualmente esa disyuntiva no existe. Por qué, polí­ticamente no puede establecerse la reelección presidencial, como existe en Estados Unidos, Nicaragua, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay y en muchos otros paí­ses más. También por qué no se puede modificar la forma de elegir a los diputados para votar especí­ficamente por una persona y no por una lista, también por qué no puede condicionarse y modificarse la elección de alcaldes de forma distinta a la que actualmente existe.

Además, por qué no modificar normas laborales, económicas y sociales que ya están obsoletas. Claro que el estatu quo beneficia a muchos y a muchos les encantarí­a sólo modificar, como de hecho lo implican las propuestas existentes, lo que a ellos les conviene.

Deberí­amos como paí­s, como sociedad, tomar una decisión, actualizar una Constitución que nos ha permitido avanzar democráticamente pero no pretender que a quienes se eligieron como constituyentes y por supuesto ya dejaron de serlo hace casi 30 años, o quienes votaron para elegirlos que ahora son menos de la mitad de la población y de los ciudadanos con derecho a elegir, tengan que vivir con una norma pétrea que tiene de bueno pero que tiene también de obsoleto y por consiguiente no refleja el año 2011, ni se proyecta lo suficiente para el futuro. Ni siquiera los partidos polí­ticos que participaron en esa Asamblea Constituyente existen actualmente.

Ahorrémonos otros cuatro años de espera, el actual presidente y el consejo de ministros, diez diputados o más pueden plantearle al Congreso, éste votar y ordenar al Tribunal Supremo Electoral convoque y se elija en la segunda vuelta electoral una Constituyente.