Es importante resaltar algunos aspectos propios de los antecedentes, así tenemos que el diputado Felipe Valenzuela, representante por Chiquimula, fue el único opositor a la segunda reelección del dictador. El Memorial de los 311 constituyó todo un movimiento de lucha en donde se le pidió la renuncia a Ubico. Las manifestaciones que siguieron de estudiantes universitarios, maestros y señoras de luto, teniendo como mártir a María Chinchilla fallecida el 25 de Junio. La huelga general y la renuncia de otro dictador en El Salvador, el general Maximiliano Hernández Martínez el 8 de mayo, provocó a su vez la renuncia del dictador Ubico, dejando en el poder un triunvirato integrado por Eduardo Villagrán Ariza, Buenaventura Pineda y Federico Ponce Vaides.
Alejandro Córdoba, director de El Imparcial, fue uno de los primeros caídos. Clemente Marroquín Rojas permaneció en el exilio durante todos los años de la dictadura.
En el periódico El Libertador que nació como órgano informativo independiente y que después se convirtió en vocero del Frente Popular Libertador, está detallada la lista de heridos y fallecidos del 20 de Octubre.
En la Asamblea Nacional Constituye, -del 10 de enero al 11 de marzo de 1945-, hubo discusiones sobre si debían o no votar las mujeres y los analfabetos; el tema indígena dio origen a acaloradas polémicas.
Han sido dictadas conferencias sobre la obra educativa del gobierno arevalista y toda la legislación que favoreció al pueblo; bancos, INFOP, arrepentimiento forzoso de la tierra, autonomía municipal, autonomía de la Universidad, Código de Trabajo, Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
Los puntos de vista sobre esta portentosa obra han dado origen a que se diga que no fue una revolución burguesa, fue en realidad una revolución del pueblo, y con la reforma agraria de Arbenz el campesinado salió favorecido.
El magisterio nacional que ganaba con Ubico ocho quetzales al mes en las áreas rurales, tiene hoy mejores prestaciones, producto de muchas luchas.
Ojalá el magisterio no olvide el movimiento libertario.
Con el gobierno de Arbenz los intereses de las empresas de los Estados Unidos quedaron afectados. Y ante la temible unión de obreros y campesinos todas las fuerzas contrarias se unificaron hasta terminar con una de las contadas revoluciones que hubiese logrado el desarrollo nacional.
En 1970 disertaron sobre el tema Manuel Colom Argueta, Alberto Fuentes Mohr y Jorge Toriello. Ellos quisieron continuar la obra revolucionaria.