Reflexiones de Einstein sobre crisis y capitalismo


Mi amigo odontólogo Rogelio Castillo me envió un par de breves pero sabias reflexiones del cientí­fico Albert Einstein. Una de ellos, a propósito de la crisis que estamos atravesando los guatemaltecos y encarando casi todos los paí­ses del mundo, a causa, especialmente, de los exorbitantes precios del petróleo y sus derivados.

Eduardo Villatoro
eduardo@villatoro.com

En el otro documento, Einstein enfoca el sistema capitalista, contenido en un artí­culo que fue publicado con el tí­tulo Why Socialism? (¿Por qué el socialismo?) en mayo de 1949, por la revista Monthly Review. Al parecer, el creador de la Teorí­a de la Relatividad no era partidario del Estado marxista leninista, sino que se inclinaba por el sistema socialdemócrata.

Q- «La crisis -escribió el reconocido cientí­fico- es la mayor bendición que puede sucederle a personas y paí­ses, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el dí­a nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí­ mismo, sin quedar «superado».

«Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los paí­ses es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafí­os, sin desafí­os la vida es una rutina, una lenta agoní­a. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia».

«Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de que no querer luchar y superarla».

Q- Respecto al capitalismo, Albert Einstein escribió: «El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte a causa de los competencia entre los capitalistas, y en parte, porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes, a expensas de las más pequeñas.

«El resultado de este proceso es una oligarquí­a del capital privado, cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia, incluso en una sociedad organizada polí­ticamente de forma democrática. Esto es así­ -sentencia- porque los miembros de los cuerpos legislativos (congresos) son seleccionados por los partidos polí­ticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados, quienes, para todos los propósitos prácticos, alejan al electorado de la legislatura (diputados).

«La consecuencia es que los representantes del pueblo, de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población».