El presidente Daniel Ortega propuso ayer que se realice un referendo para determinar si se cobra o no una deuda que Estados Unidos tiene con Nicaragua por daños de guerra en la década de 1980.
Durante un multitudinario acto de celebración del XXXII aniversario de la Revolución Sandinista en la Plaza de la Fe, en las costas del lago de Managua, Ortega recordó que Estados Unidos fue sentenciado por la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el minado de puertos por parte de contrarrevolucionarios («Contras») que combatían a su régimen.
El mandatario alega que la deuda es de 17.000 millones de dólares, pero el embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Robert J. Callahan, sostiene que fue saldada durante el gobierno de la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1996).
Ortega dijo que así como Nicaragua ha cumplido en compensar a ciudadanos estadounidenses por las propiedades que les fueron confiscadas en la década de 1980, «Estados Unidos también debe pagar».
Las carreteras de acceso a Managua fueron colmadas por centenares de autobuses y todo tipo de vehículos que transportaban a miles de simpatizantes sandinistas para participar en la celebración.
Durante el mismo acto, Ortega propuso a su homóloga costarricense, Laura Chinchilla, la formación de una «brigada de ambientalistas» latinoamericanos para «proteger y desarrollar» Harbor Head, una zona de la costa caribeña que se disputan ambos países.
«Hay que protegerla y desarrollarla porque es un bien de la humanidad», dijo, y agregó que también se deben «combatir las políticas depredadoras del imperialismo».
El mandatario, que aspira nuevamente a la presidencia pese a que la constitución se lo prohíbe, dijo además que apoya el llamado que hizo el papa Benedicto XVI para que «cese el bombardeo contra Libia» y se convoque «a un diálogo incondicional en pro de la paz».
Ortega también saludó al presidente de Honduras Porfirio Lobo, quien, según dijo, ha recibido «amenazas de muerte» por parte de los mismos que dieron un golpe de Estado contra el ex presidente de ese país, Manuel Zelaya.
Durante la ceremonia, el mandatario nicaragí¼ense recibió un mensaje de solidaridad del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien manifestó que es atendido en Cuba por «una legión de médicos que le hacen frente día y noche con todos los avances y conocimientos científicos que se encuentran a la mano».