El gobierno de Irán decidió reemplazar el dólar por el euro y utilizar la moneda europea para sus transacciones en el exterior, una forma de eludir las presiones estadounidenses con el objetivo de limitar sus intercambios comerciales internacionales.
«Los ingresos del extranjero y petroleros serán calculados en euros, y los recibiremos en euros para acabar con la dependencia respecto al dólar», declaró el portavoz del gobierno, Gholam Hossein Elham.
«Ese cambio se aplicará también a los haberes iraníes en el extranjero», añadió.
El portavoz justificó esta decisión fundamentalmente por los «problemas de los órganos ejecutivos (iraníes) en sus intercambios comerciales para la apertura de letras de crédito».
Las empresas y organismos iraníes están confrontados a crecientes dificultades para cerrar contratos en el extranjero, debido a las presiones de Estados Unidos sobre los bancos para que no traten con clientes de la República Islámica.
Washington, que acusa a Irán de ser el «banquero central» del terrorismo, quiere además obligar a este país a suspender su controvertido programa nuclear.
A mediados de noviembre, el ministro de Economía Davoud Danesh Jafari explicó que Irán iba a «efectuar sus transacciones en divisas diferentes al dólar», debido a los «obstáculos planteados por los bancos estadounidenses».
Washington presionó inicialmente a los grandes grupos financieros privados para que cesen de negociar con Irán.
Luego, acentuó su presión en septiembre al decidir romper todo vínculo entre el sistema financiero estadounidense y el banco central iraní Saderat.
Paralelamente, responsables del Tesoro de Estados Unidos pidieron a bancos centrales de muchos países que se comprometieran a no tener relaciones con clientes iraníes.
Fuentes financieras iraníes habían indicado en noviembre a la AFP que grandes bancos europeos rehusaban cualquier transacción en dólares con destino a Irán, o procedente de este país.
Estos obstáculos existen también entre países del Golfo, uno de los principales focos de los intercambios comerciales de Irán.
El presidente de la Asociación iraní de industrias del aluminio, Hebatollah Fazeli, aseguró hoy a la prensa que bancos de Bahrain y de los Emiratos Arabes rechazan otorgar letras de crédito a los importadores iraníes de este metal.
Según un miembro de la Comisión presupuestaria en el Parlamento, Morteza Tamadon, «la estrategia del gobierno es reducir la dependencia del dólar», no sólo debido a la depreciación de esta moneda sino para resistir mejor a las presiones estadounidenses.
Pero el diputado dijo a la AFP que lo ideal sería tener una «cesta equilibrada euro-dólar», considerando «poco probable que el gobierno realice un cambio drástico en el capítulo de ingresos presupuestarios en divisas».
Además, Tamadon explicó que los «contratos a largo plazo», ya firmados en dólares, «necesitarán múltiples operaciones de cambio, un proceso difícil y costoso».
El economista Mohammad Reza Behzadian coincidió en ello, y en lo que respecta al petróleo, dijo que «el cambio de petrodólares a euros será muy costoso para Irán».