Panamá, el cuarto país con la mayor tasa de homicidios en Centroamérica, redujo los casos de crímenes en el 2012, aunque vio aumentar el índice de robos que las autoridades atribuyen a grupos pandilleros.
Las fuerzas de seguridad panameñas también se incautaron de menos drogas el año pasado en relación con el 2011, informó ayer en rueda de prensa el ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, al presentar un informe estadístico sobre los delitos y crímenes registrados en Panamá en 2012 y con el que coincidieron algunos expertos.
«La estrategia de seguridad (impulsada en los últimos años) comienza a verse», aseguró Mulino, acompañado por los jefes de los estamentos de seguridad. «No con esto estoy diciendo que estamos viviendo en un país perfecto», agregó.
De acuerdo con el informe, en el 2012 se registraron 665 crímenes, 94 menos que en el 2011, y la tasa de homicidios se redujo a 18 por cada 100 mil habitantes, lo que mantiene a este país de 3,5 millones de habitantes como el cuarto en ese renglón después de Honduras, El Salvador y Guatemala, respectivamente. En el 2011 la tasa de homicidios fue de 20,8 por cada 100 mil habitantes, mientras que en 2009 alcanzó los 23.
Por segundo año, los asesinatos fueron generados más por la violencia social, pugnas callejeras y domésticas, que a delitos relacionados con el crimen organizado, como el tráfico de drogas, indicó Mulino.
«Lo que significa que Panamá vive con una sociedad que es violenta», subrayó, al tiempo en que advirtió que los altos niveles de crímenes por ese motivo, «no se corrige aunque se ponga un policía en la puerta de cada casa».
Detalló que el homicidio por robo aumentó de 9% a 17% y que estos posiblemente son cometidos por pandillas dedicadas también al narcotráfico.
«Es cierto hubo una disminución de dos puntos en la tasa de homicidios» en el 2012, señaló a la AP Jean Marcel Chery, dedicado en los últimos tres años al análisis estadístico independiente del fenómeno de la criminalidad en Panamá. «Desde que llevo haciendo esto, por primera vez las cifras anual coinciden con las nuestras. Hay una tendencia de disminución».
«Hay una política coercitiva fuerte y una presencia policial abrumadora», consideró Chery, hasta hace poco director del periódico El Siglo. Explicó que los resultados también se deben al uso de nueva tecnología policial.
Advirtió, empero, que hay «un descontrol en algunas zonas» del populoso distrito capitalino de San Miguelito, donde la tasa de homicidios supera los 100 por cada 100 mil habitantes.
En la lucha contra el narcotráfico, este país se incautó el año pasado 34,9 toneladas de estupefacientes, mayormente cocaína, nueve toneladas menos que en 2011.
«A consecuencia de los patrullajes marítimos y terrestres, menos drogas está entrando al país», destacó Mulino, quien ha tenido que lidiar durante su gestión con acusaciones de que el país se ha gastado multimillonarias sumas de dinero en compra de equipos de seguridad, incluso 19 radares supuestamente con sobreprecios.
El ministro defendió ayer su estrategia de «mano dura» contra los delincuentes y criminales.