Con una advertencia a Siria y una visita de la secretaria de Estado Condoleezza Rice a Oriente Medio, Estados Unidos redobló su apuesta política en la región, mientras se multiplican las críticas al presidente George W. Bush por su gestión de la guerra en Irak.
Bush advirtió el jueves que congelará los bienes de aquellas personas que su gobierno considere estén socavando la soberanía e instituciones democráticas de Líbano, en un nuevo intento por reafirmar sus lazos con sus aliados en la convulsionada región.
Y para asegurarse una reducción de la influencia de Siria, que junto a Irán y Corea del Norte, integra la lista de enemigos de Washington, Bush precisó que la medida está dirigida contra aquellos que contribuyen con la «injerencia siria» y amenacen al gobierno del primer ministro libanés, Fuad Siniora.
El anuncio ocurrió mientras la secretaria de Estado norteamericana realizaba una gira en Medio Oriente destinada a reactivar el proceso de paz y abrir negociaciones sobre la creación de un Estado palestino.
El jueves Rice estuvo en Israel y territorios palestinos, donde transmitió la voluntad del estado hebreo de tratar «temas fundamentales» para reactivar el proceso de paz durante la conferencia israelo-palestina que Bush ha convocado para el otoño boreal.
Su visita es la primera de un responsable estadounidense a Israel y a los territorios palestinos desde que el movimiento islamista palestino Hamas se hizo con el poder de la franja de Gaza, el pasado 15 de junio.
«El primer ministro (Ehud) Olmert me ha dicho que está dispuesto a tratar temas fundamentales con vistas a negociar próximamente la creación de un Estado palestino», dijo Rice en rueda de prensa en la localidad cisjordana de Ramala junto al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abas.
Israel y los territorios palestinos son la tercera etapa de una gira regional de Rice, quien junto con el secretario de Defensa Robert Gates viajó a Egipto y Arabia Saudita, aliados tradicionales de Washington, para discutir fundamentalmente el caso iraquí.
El martes, Rice arrancó en el balneario egipcio de Charm el Cheij (Egipto) un compromiso a los aliados árabes de Estados Unidos para que colaboren en la estabilización de Irak.
«Hemos abordado los medios para ayudar a unificar Irak, donde todos los iraquíes podrán vivir en paz y en seguridad», dijo Rice tras mantener un encuentro con los cancilleres del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, Emiratos Arabes Unidos, Bahrein y Omán), de Jordania y Egipto.
La visita de los funcionarios llegó precedida el lunes por el anuncio de la concesión de contratos de asistencia militar por más de 60.000 millones de dólares a los aliados árabes de Estados Unidos y a Israel.
Esos proyectos prevén suministros de armas por 13.000 millones de dólares para Egipto, 30.000 millones de dólares para Israel y 20.000 millones de dólares para Arabia Saudí. Otros países del Golfo también se beneficiarán del programa.
Estados Unidos ha subrayado su intención de reanudar el proceso de paz en Medio Oriente en medio de feroces críticas a su política exterior ante su fracaso de lograr la paz y lograr la estabilidad política en Irak.
Un progreso hacia la creación de un estado palestino «sí podría transformar la imagen de Estados Unidos en la región», opinó la revista británica The Economist en su editorial esta semana.
Más de 70 personas murieron el miércoles en tres atentados en Bagdad, 50 de ellas en un ataque con camión bomba, pese al despliegue de refuerzos estadounidenses hace unos meses en el marco de un plan especial de seguridad para Bagdad.
Cuatro soldados estadounidenses murieron y otros 14 resultaron heridos en Bagdad en dos ataques separados, según informó este viernes el ejército estadounidense.
Estas muertes elevan a 3.660 las bajas militares estadounidenses en Irak desde la invasión en 2003, a partir de cifras del Pentágono.
En el plano político, los seis ministros del principal bloque sunita llevaron a la práctica su amenaza y renunciaron, aumentando la fragilidad del gobierno del primer ministro, Nuri al Maliki.