Recursos contra el abuso sexual y el acoso escolar necesitan refuerzos


Repo_IMG_4575

El acoso escolar y el abuso sexual en los niños y adolescentes, son problemas que se han desarrollado en el seno de la sociedad guatemalteca desde hace varios años, y a pesar de que existe la Convención de los Derechos del Niño y la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia,

Repo_IMG_5949Repo_IMG_7882

POR PAOLINA ALBANI
palbani@lahora.com.gt

Creados para proteger a este grupo, aún vulnerable, estos no se han aplicado por lo que miles de niños han sido abusados por miembros de su familia o amigos cercanos, sin que la justicia cobre sus cuentas.

Ante esta situación de abuso y maltrato, la bancada Encuentro por  Guatemala (EG) presentó al Congreso de la República la reforma al decreto 12-91, Ley de Educación, que pretende proteger a los menores de abusos sexuales y del acoso escolar, mediante la implementación de métodos de prevención y tratamiento, que aseguren su bienestar dentro del aula.

Sin embargo, aún queda la duda de si esta reforma servirá para auxiliar a los menores y hacer justicia ante la escasa aplicación de las leyes en el país.

Nineth Montenegro, secretaria general del partido antes mencionado, explica que dicha reforma es fundamental por las cifras que la UNICEF ha divulgado, pues a nivel mundial más de 150 millones de niñas y 73 millones de niños menores de 18 años han sufrido violencia sexual.

“Es imperativo que el Estado de Guatemala reconozca que el principal medio a través del cual se puede prevenir el abuso sexual es la educación, se hace necesario modificar y dotar a la Ley de Educación Nacional, de mecanismos que ayuden, prevengan y fortalezcan la educación para proteger a los  niños y niñas del abuso sexual y que las personas  que intervienen en el proceso educativo puedan contar con los conocimientos  y conocer las acciones que necesariamente deben ponerse en práctica al momento de identificar”, indica Montenegro en el documento propuesta presentado el Legislativo.

Es por eso que la iniciativa dicta que deberán establecerse mecanismos que desde la escuela identifiquen y refieran a los lugares correspondientes cualquier tipo de abuso, asegurando así la protección y el bienestar físico y psicológico de los niños y adolescentes, esto dentro de un ambiente libre de violencia.

DIMENSIONES DEL PROBLEMA

Según estadísticas de la organización “Mujeres Iniciando en las Américas”, diariamente se atienden a nivel nacional 150 menores embarazadas y un 10 por ciento de ellas son niñas entre los 10 y 14 años de edad.

Por otro lado, el pasado 20 de diciembre, la presidenta en funciones junto a la titular de la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET), Zulma Subillaga, presentaron 1 mil 200 denuncias en el MP, contra supuestos violadores de niñas menores de 14 años, cuyos casos fueron detectados por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).

Con dichas acciones se inició una ruta crítica de seguimiento a casos de violaciones a menores, para la protección de quienes son víctimas de violencia sexual y prevención de embarazos en niñas menores de 14 años. De los niños, en cambio, no se tienen datos estadísticos.

Mientras tanto, tres de cada cuatro niños han sufrido algún tipo de agresión escolar, según un estudio publicado recientemente por la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa (DIGEDUCA) del Ministerio de Educación.

Anteriormente sólo se había abordado a través de tesis universitarias que evaluaron pequeñas poblaciones y encuestas en colegios. Se sabía que el bullying existía, pero se desconocía cómo y en qué medida afecta a la población estudiantil nacional.

El estudio se hizo entre 1,232 estudiantes de sexto primaria de 38 establecimientos públicos y privados escogidos aleatoriamente.

Actualmente no se dispone de información en Guatemala de cuántos alumnos abandonan o repiten el grado debido al hostigamiento escolar o bullying.

¿AYUDARÁ LA REFORMA?

De acuerdo con Gloria Castro, Procuradora de la Niñez y Adolescencia de la Procuraduría de Derechos Humanos, el Mineduc ya cuenta con un protocolo para dar atención a los casos de acoso escolar y acoso sexual dentro de las escuelas, pero estos no se han implementado y tampoco se ha capacitado a los maestros para poder abordar la temática dentro de las aulas, indica.

 “A mi criterio, lo importante aquí es que se logre implementar, que logremos capacitar a los maestros y maestras para sus cambios de actitud… y poder detectar cuando estas situaciones se están dando dentro del aula”, opina.

“La escuela debe ser un lugar donde el niño esté protegido y esté libre de todo tipo de violencia, pero tiene que ver con poder implementar las políticas que ya tiene y poder ir evaluando el impacto de las mismas… y por supuesto se necesita del incremento de presupuesto para este tipo de acciones al Ministerio de Educación”, reflexiona la funcionaria.

Por otro lado, para Rubelci Alvarado, director de Programas de la organización Save The Children Guatemala, la reforma a la ley de Educación Nacional puede beneficiar a los involucrados en la medida en que se vuelve un tema de discusión.

“Es importante  ir generando mecanismos de cómo implementar medidas preventivas, es importante ir generando esas condiciones para que los docentes, padres,  estudiantes y autoridades educativas… puedan en conjunto generar algunas alternativas, especialmente preventivas”, indica.

Con la existencia de un marco jurídico se debe de aprovechar la cobertura legislativa para poder afianzar dichas iniciativas de prevención, que podrán ser aplicadas de forma inmediata en el aula.

CAUSAS

Para Alvarado, los abusos se deben a una situación multicausal, que va desde problemas de autoestima, hasta problemas psicológicos por parte de los victimarios.  Y es que es importante para lograr una mejor convivencia lograr apreciarse asimismo y respetar a los demás, opina.

Otro factor influyente dentro de estas violaciones a los derechos de los menores es la violencia directa que reciben en casa y luego la replican en la escuela. “En algunas ocasiones son niños más grandes que se aprovechan de la vulnerabilidad de niños más pequeños para poder sentir un poder mayor frente a otro… pero muchas veces en su casa están recibiendo maltrato o tienen una disciplina demasiado autoritaria”, explica la profesional.

A decir de Castro estos casos no siempre se dan de mayores a menores, pueden darse en niños de la misma edad que también viven situaciones de violencia en casa. Estas son las formas como los niños, muchas veces sin orientación, solucionan sus problemas.

Mientras tanto, la Procuradora indica que “el embarazo en una niña o en una adolescente, impacta su vida, a diferentes niveles. En su relación con su familia, el acceso a la educación, el acceso a salud. Impacta el tener que optar por tener una responsabilidad de un niño próximo a nacer y cómo va a asumir ese embarazo si fue violentada”.

PROBLEMA NOTORIO

El acoso sexual y el bullying se han vuelto más notorios en los últimos años debido al avance en el reconocimiento de los derechos, y en la especialización de los mismos, a lo que debe de sumarse el aumento en la cultura de denuncia para dar a conocer situaciones dañinas y no adecuadas para este grupo.

“Cada vez hay más conciencia en toda la comunidad educativa… al visibilizarse cada vez hay más involucramiento y más interés en encontrar medidas que puedan resolver el problema”, expresa la Procuradora.

CONSECUENCIAS

“Un maltrato, ya sea físico, psicológico, emocional lógicamente afecta al niño, niña y adolescente que lo recibe”, explica Castro, quien además indica que el impacto de estos tipos de violencia depende del grado y frecuencia con que la recibe.

La violencia sexual experimentada por un niño puede tener un impacto profundo en aspectos como la salud emocional, física y en el comportamiento, así como en el desarrollo psicosocial a lo largo de la vida. Como otros crímenes sexuales, la mayoría de abuso sexual en niños es cometido por personas que conocen a sus víctimas.  

Pero el riesgo no está solamente en el abuso escolar sino en la transformación de la vida de la persona que lo padece.

Por otro lado, el acoso escolar afecta la autoestima del niño, por lo que las víctimas del bullying ya no desean asistir a la escuela, lo que provoca que se sientan mal  consigo mismos y por ende se aíslan del resto. A decir de Alvarado, el malestar proveniente del acoso escolar no sólo afecta al niño y adolescente en la escuela,  sino que los lleva a otros espacios, afectando su capacidad de convivencia.

Además, la capacidad de la víctima para superar este rechazo dependerá de la profundidad del daño y del tratamiento adecuado que reciba, aunque sobra decir que no está al alcance de todos costear un servicio de este tipo.

“Es importante buscar una relación cercana entre docentes y padres de familia, poder compartir las situaciones que se dan dentro de la escuela”, indica el experto de Save The Children, refiriendo que la puesta en común puede servir para encontrar una salida al mencionado problema. En este sentido, los papás muchas veces no orientan a sus hijos porque no saben cómo hacerlo, explica.

El niño que hace bullying también necesita orientación, apoyo, ya que se sabe que no es agresivo porque quiera sino porque él mismo ha sido víctima de las circunstancias que lo obligan a actuar de esa manera.

¿POR QUÉ TANTOS EMBARAZOS?

De acuerdo con Castro, las causas de que tantas adolescentes hayan quedado embarazadas en las últimas décadas se deben a dos aspectos.

El primero, es que los adolescentes, de 14 años en adelante, actualmente a través de los medios de comunicación y otras situaciones que les rodean, han estado recibiendo  información diferente que los motiva a experimentar el tema sexual, por lo que es importante proporcionar información para que tengan una sexualidad responsable.

Por aparte, la profesional considera importante que se fortalezcan los programas para padres que aborden el tema de la sexualidad con los hijos. Esto debido a que el lugar donde son agredidas sexualmente las niñas y adolescentes es dentro de los hogares, por el papá, padrastro, tíos, primos o personas cercanas a la familia.

Otra serie de factores rodean a los embarazos de menores de catorce años, que van desde la desinformación hasta la falta de orientación por parte de los padres.

EN CIFRAS
ESTADÍSTICAS

Diariamente se atienden a nivel nacional 150 menores embarazadas y un 10 por ciento de ellas son niñas entre los 10 y 14 años de edad, según la organización “Mujeres Iniciando en las Américas”.

El 67 por ciento de las mujeres de 15 a 24 años tuvieron su primera relación sexual antes de cumplir la mayoría de edad, refiere la encuesta de Salud Materno Infantil (2008-2009).

De este grupo, que no tienen acceso a la educación, solo un 3.5 por ciento recibieron charlas o cursos de educación sexual. Entre las mujeres que cursaron la primaria y secundaria el porcentaje que recibió esta inducción fue de un 34 a un 92 por ciento.

De las mujeres que tuvieron su primera relación sexual antes de los 13 años, solo un 41 por ciento vivían en unión o estaban casadas. Un 30 por ciento de los casos se conoce que las menores estaban en relación con un familiar.

Los hijos de las mujeres de 20 años tienen un mayor riesgo (34 por ciento para ser exactos) de muerte durante el embarazo.

Según datos de la Sala Situacional Reproductiva del 2010, un 64 por ciento de mujeres entre 10 y 19 años no utiliza métodos de planificación.

De acuerdo con el  informe del OSAR sobre Embarazos en Niñas y Adolescentes en Guatemala, Huehuetenango es el departamento que más partos atendió durante el 2010 siendo la cifra de 6 mil 072, le sigue Alta Verapaz con 5 mil 180 y en tercer lugar está San Marcos con 3 mil 722 partos.

En Guatemala, tres de cada cuatro niños ha sufrido algún tipo de agresión escolar, según un estudio publicado recientemente por la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa (DIGEDUCA) del Ministerio de Educación.

El estudio se hizo entre 1,232 estudiantes de sexto primaria de 38 establecimientos públicos y privados escogidos aleatoriamente.

LEY
REFORMAS

La reforma de ley propone al Congreso la creación de una Comisión Específica para la Prevención del Abuso Sexual de Niños que evaluará, implementará y dará seguimiento, a nivel nacional y departamental, a los casos que surjan. Es así que las comisiones departamentales enviarán informes periódicos a la Comisión Nacional, al Ministerio de Educación y al Congreso.

La Comisión estará representada por el Ministro o Viceministro de Educación, el Viceministro Técnico, el Director General de Currículo –DIGECUR–,  el Director  General de Gestión de Calidad Educativa –DIGECADE– y el Director General de Coordinación –DIGECOR–.

Conforme a las normas de la Ley de Educación Nacional, los maestros y maestras  deberán denunciar los casos de abuso sexual y de acoso escolar de niños y adolescentes, tanto a las autoridades como a las comisiones respectivas.

La reforma también incluye educar sobre la prevención del acoso escolar en todas sus modalidades, generar los programas de prevención e intervención ante el acoso escolar, que serán obligatorios en el sistema educativo hasta el nivel de diversificado; y capacitar al personal para que respondan adecuadamente ante esta problemática.

«Cada vez hay más conciencia en toda la comunidad educativa… al visibilizarse cada vez hay más involucramiento y más interés en encontrar medidas que puedan resolver el problema”
Gloria Castro
Procuradora de la Niñez y Adolescencia de la Procuraduría de Derechos Humanos