Recuperan control de territorio tomado por islamistas


Guardia. Fuerzas del ejército somalí­ durante la ocupación en Mogadiscio, tras lograr que grupos islámicos se alejaran de ahí­.

El gobierno somalí­ anunció hoy que ya controla todas las regiones hasta ahora en manos de los milicianos islamistas, un triunfo que podrí­a permitir la partida de las tropas etí­opes, principal apoyo de las fuerzas gubernamentales, en dos semanas.


Pese a todo, el inicio del desarme de Mogadiscio, una operación indispensable para restablecer la paz en este paí­s del Cuerno de ífrica, se retrasaba el martes debido a problemas logí­sticos, según fuentes oficiales.

El gobierno anunció que ya controla el «sur y el centro» del paí­s, a saber, todas las regiones tomadas desde hací­a meses por los Tribunales Islámicos.

«Nosotros garantizaremos el restablecimiento de la ley y del orden en esta parte del paí­s», declaró el ministro de la Información.

Asimismo, el tráfico aéreo se reanudará el miércoles en el aeropuerto de Mogadiscio, anunció el gobierno somalí­ que habí­a cerrado todas las fronteras del paí­s el 25 de diciembre.

Los combates que estallaron el 20 de diciembre entre los combatientes islamistas y las tropas gubernamentales, apoyadas por las etí­opes, permitieron recuperar todos los bastiones rebeldes, incluida la capital.

Hoy, el primer ministro etí­ope, Meles Zenawi, anunció la próxima retirada de sus tropas del paí­s vecino, que podrí­a producirse en dos semanas.

«Partiremos lo antes posible. Podrí­an ser dos semanas, el tiempo para que se instale la estabilidad, como nos reclamó el gobierno» somalí­, declaró Meles ante el Parlamento etí­ope.

En ese mismo discurso, Zenawi llamó al gobierno somalí­ a impedir la vuelta al poder de los jefes de guerra.

«Instamos al gobierno de Somalia a trabajar para impedir el retorno de los jefes de guerra y para crear un clima en el que los somalí­es puedan participar en el gobierno», dijo.

Los jefes de guerra somalí­es dirigieron Mogadiscio desde el inicio de la guerra civil, en 1991, hasta su derrota frente a las milicias islamistas, entre junio y julio de 2006.

Según los habitantes, algunos de estos lí­deres regresaron a la capital desde la huida, el jueves pasado, de la mayorí­a de los combatientes islamistas.

En Mogadiscio, el desarme voluntario que debí­a comenzar este martes todaví­a no se habí­a iniciado al mediodí­a.

Los dos centros previstos para recibir las armas aún no habí­an sido acondicionados, según fuentes próximas al gobierno.

Pero muchos de los habitantes de la ciudad se mostraban reticentes a entregar sus armas.

«Mi arma es mi profesión. Quienquiera que necesite una deberí­a pagar por ella», estimó el jefe de una milicia local, Mohamed Emir Abdi.

El gobierno no ha previsto compensaciones financieras al respecto, pero prometió integrar a las personas que entreguen sus armas en las fuerzas de seguridad y proporcionarles una formación profesional si lo desean.

«No será posible para el gobierno recuperar las armas de las milicias, que las utilizan para matar y robar a la gente», opinó una madre de familia, Fuleqa Mohamed.

El primer ministro somalí­, Ali Mohamed Gedi, afirmó por otra parte que 11 combatientes islamistas, entre ellos algunos eritreos, habí­an sido detenidos por las autoridades kenianas mientras trataban de entrar en ese paí­s.

La policí­a de Kenia confirmó el arresto de ocho hombres sospechosos de haber combatido en las filas islamistas en Somalia. Fueron apresados cuando intentaban cruzar la frontera entre Somalia y Kenia, en Liboi, al noreste de Nairobi.

Según los servicios de inteligencia occidentales, los Tribunales Islámicos somalí­es dan cobijo entre sus filas a sospechosos relacionados con los atentados de 1998 contra las embajadas estadounidenses de Kenia y Tanzania, que dejaron 224 muertos.