La Asociación de Viudas de Pilotos, invitó esta mañana, a una misa en memoria de los pilotos y ayudantes del transporte asesinados por la ola de violencia, en vísperas de la conmemoración de San Cristóbal, el patrono de los conductores.
Viudas, niños y pilotos, se congregaron en el Santuario de Guadalupe, ubicado en la 1a. avenida y 8a. calle de la zona 8, para pedir por el alma de los transportistas que murieron a consecuencia de la violencia.
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María Carrera, viuda de un conductor, lamentó la inseguridad que afecta a los guatemaltecos, pero principalmente a los chóferes, que no logran pagar la extorsión que exigen los grupos delincuenciales.
Según la entrevistada, su esposo, Edwin García, piloto de un bus de rutas cortas, falleció hace más de un año y su muerte no ha sido esclarecida, como la de cientos de trabajadores.
Uno de los conflictos más grandes, según Carrera, es que, cuando uno de los conductores no logra pagar la extorsión, los delincuentes arremeten en contra de cualquiera unidad que trabaja para la misma empresa, eso le sucedió a su esposo, indica.
A decir de las viudas, es difícil sobrellevar un hogar donde está ausente la figura paterna, quien regularmente lleva el sustento y es fundamental en una familia.
De acuerdo con la Asociación de Viudas de Pilotos, la consecuencia de un asesinato es grave, pues la vida de las mujeres y los niños cambia radicalmente.
Según la Asociación, actualmente hay 274 viudas registradas, así como 300 niños y niñas, de este último porcentaje, se estima que 20 infantes dejaron la escuela para obtener un trabajo informal y apoyar a su madre.
Las estadísticas, también indican, que se han registrado tres intentos de suicidio por parte de las mujeres que enviudaron, la Comisión Presidencial para el Femicido, ofrece apoyo psicológico a las mujeres e infantes que sufren depresión.
Sin emabargo, la Presidenta de la Asociación de Viudas, Lilian Pérez, dice que no todas han logrado terminar su terapia, porque no tienen dinero para trasladarse al lugar donde son atendidas.
PROBLEMA COMPLEJO
La violencia en el transporte es un problema que data desde el 2006, el número de víctimas ha aumentado considerablemente.
De acuerdo con un informe de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), en el año 2006 se registraron 109 muertes de pilotos y ayudantes; en 2007, 95; 2008, 175; 2009, 242; 2010, 210; 2011, más de 90 muertes.
Según se indica, la suma aumentó a más a 920 muertes de trabajadores del transporte, en los últimos años.
El Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC) cuentan con una unidad especializada para esclarecer las muertes de este sector de la población, sin embargo, se han logrado muy pocas sentencias.
Los principales móviles de los crímenes, según las autoridades, son por negarse a pagar la extorsión, por la infiltración de algunos con el crimen, por riñas en la ruta y venganzas.
La principal hipótesis está relacionada con la extorsión por parte de grupos delincuenciales que son dirigidos desde la cárcel, principalmente por miembros de pandillas, quienes podrían tener vínculos con grupos transnacionales, pero también locales y con diferentes intereses que buscan infundir terror en la población.