Los activistas de derechos humanos, Freddy Peccerelli, director de la Fundación de Antropología Forense en Guatemala (FAFG) y Kate Doyle, directora del Proyecto Guatemala del National Security Archive (NSA), fueron reconocidos por su trabajo de años a favor del esclarecimiento de los hechos que ocurrieron en Guatemala durante el enfrentamiento armado, principalmente en la búsqueda de desaparecidos.
Familiares del sindicalista desaparecido Amancio Samuel Villatoro, cuyos restos fueron identificados por la FAFG en 2011, entregaron los reconocimientos a Doyle y Peccerelli, quienes también fueron premiados por los Archivos de la Brigada Abraham Lincoln (ALBA) y la Fundación Puffin, con su segundo Premio de Derechos Humanos, que será entregado a ambos en la ciudad de Nueva York, el 13 de mayo de 2012.
Peccerelli, director de la FAFG, dijo que regresó a Guatemala en 1995, después de haber vivido 15 años en Nueva York, con la idea de contribuir con el país durante un año; 17 años después no me quiero ir de Guatemala, he encontrado la Guatemala que perdí mientras viví en Nueva York y la he encontrado en los familiares de las víctimas, en la esperanza que nuestro trabajo crea y en la justicia que se comienza a lograr, indicó.
El director de la FAFG y su equipo de 136 trabajadores que han realizado numerosas exhumaciones de personas desaparecidas durante el conflicto armado, han sido víctimas de amenazas de muerte en numerosas ocasiones por el trabajo que realizan.
Kate Doyle, quien comprobó la veracidad del Diario Militar que salió a la luz en 1990 y que contenía información sobre lo que ocurrió con 183 víctimas desaparecidas por las fuerzas de seguridad a mediados de los años 80, expresó muy emocionada su agradecimiento por el gesto de los familiares.
El tema que surgió inmediatamente después de que se descubrió el diario militar fue el del silencio y su poder de hacer daño; el trabajo de las organizaciones como la FAFG, la Fundación Myrna Mack y ahora la Fundación Amancio Samuel Villatoro, familiares y activistas han contribuido a romper este silencio y buscar nuestra voz sobre lo que ocurrió en Guatemala, dijo Doyle.
La pequeña ceremonia se llevó a cabo a las afueras de la sede de la FAFG y fue organizada por la Fundación Amancio Samuel Villatoro.