Grupos comunitarios de comadronas, así como organizaciones de mujeres que trabajan en la defensa del derecho de acceder a la salud reproductiva, de Chimaltenango, pidieron al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) que reconozca los aportes de las parteras al desarrollo del país y que facilite la coordinación entre ambos sectores para promover una mejor asistencia durante los embarazos y los partos y así reducir las muertes maternas.
En el marco del Día Internacional de la Partera, que se conmemora cada 5 de mayo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) organizó el conversatorio, “Las comadronas tradicionales, agentes de desarrollo para Guatemala”, en el que participaron Antonio Petzey, del Programa de Salud Reproductivo del Ministerio de Salud; Silvia Xinico, de la Red de Organizaciones de Mujeres Indígenas por la Salud Reproductiva y Leonor Calderón, titular del citado organismo internacional.
Silvia Xinico, recordó que las comadronas son discriminadas en los hospitales nacionales y centros de salud, por ser indígenas y en muchas ocasiones por ser analfabetas o por no hablar español; no obstante, realizan una labor social en sus comunidades, tienen amplios conocimientos sobre nutrición, salud y medicina, y además son consejeras matrimoniales, lo que las convierte en lideresas clave en los temas de planificación familiar y reducción de la mortalidad materna.
El 59 por ciento de los partos en Chimaltenango son atendidos por comadronas indígenas y otro número significativo realiza importantes contribuciones al desarrollo del país, al asistir a las adolescentes en su primera menstruación y compartir sus conocimientos relacionados con la sexualidad desde la Cosmovisión maya, señaló la delegada de las organizaciones.
Xinico pidió al funcionario de Salud que coordine las acciones necesarias para evitar que el personal médico del sistema sanitario rechace los casos que las comadronas refieren a los hospitales y centros de salud, que primordialmente son los más complicados, como medida para detener las muertes maternas; y que acabe con la discriminación que sufren las parteras.
COMPLEMENTARIAS
Leonor Calderón, representanta del UNFPA en Guatemala, expresó que el Estado debe replantearse la forma en la que asimila el tema de la salud materna, aceptar y reconocer que los conocimientos de las comadronas pueden contribuir en gran medida a fortalecer las políticas sobre salud pública en esa área.
Cuando las familias son reducidas tienen más oportunidades de romper el círculo de la pobreza y de la violencia, así como garantizar el acceso a la alimentación, a la educación y a la salud de los hijos e hijas; las comadronas contribuyen con sus conocimientos a enfrentar ese tipo de situaciones en sus comunidades, enfatizó la funcionaria internacional.
Calderón recordó que muchas veces los médicos imponen sus propias formas de atender los embarazos y los partos, las que no están reconocidas por el sistema de salud; es fundamental que los protocolos sean uniformes y que todos los hospitales y centros de salud adopten esos lineamientos para avanzar en el cumplimiento de metas sobre reducción de la mortalidad materna.
El titular del Programa de Salud Reproductivo del Ministerio de Salud, dijo que era difícil trabajar con comadronas que son adultas mayores, sobre todo con las analfabetas, sin embargo la representanta del UNFPA, puntualizó que esas no deben ser excusas para excluir o discriminar los aportes de las ancianas mayas, al tema de la maternidad.
Durante el conversatorio se hizo énfasis en la necesidad de promover más talleres de capacitación para las comadronas, así como dotarlas del equipo necesario para la atención de los casos en sus propias comunidades.