Reconoce debilidades en la socialización de la propuesta


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Edgar Gutiérrez, miembro del equipo de asesores para la reforma constitucional del presidente Otto Pérez Molina, dijo que había tres caminos para reformar al Estado guatemalteco, pero que se habría optado por el que haría cambios sustanciales. Además, reconoció que las propuestas tienen grandes alcances cuya socialización ha sido débil.

POR LUIS ARÉVALO
larevalo@lahora.com.gt

Según el excanciller Edgar Gutiérrez y actual asesor del mandatario, existían tres formas de allanar el camino para la modernización del Estado, que eran la reforma a leyes ordinarias, una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y reforma a la Carta Magna vía el Congreso de la República.

Sin embargo, se optó por la última porque habría leyes ordinarias que no se cumplen, como las referentes al gasto paralelo y discrecional, según indicó; por lo que en este caso “el mensaje tiene que ser dado a nivel de la Carta Magna”, afirmó Gutiérrez, para que la coerción para su cumplimiento sea más estricta.

La ANC se descartó, “porque era muy poco lo que se podía modificar y no valía la pena hacer todo ese gran esfuerzo” por ser cosas mínimas las que se reformarían.

REFORMA PROFUNDA

Sobre la percepción de que a nivel de la opinión pública y parte de la ciudadanía se estaría percibiendo que la propuesta del Ejecutivo estaría tambaleante -por la adversidad expresada por varios sectores a parte o totalidad del borrador-, Gutiérrez consideró que, según su apreciación, ha existido debilidad del equipo asesor en explicar los alcances y beneficios que tendría la reforma.

Entre los mayores alcances estaría la reforma política, complementada con la modificación a la Ley Electoral, que a criterio del asesor “daría paso a la reforma política más profunda desde 1944”, la que considera indispensable para renovar el sistema político y recuperar la confianza de la población y que los partidos tengan independencia del dinero privado o de poderes fácticos.

Por otro lado, la participación del Estado en la creación de su propio patrimonio -participación en empresas que exploten recursos naturales-, es otro de los aspectos explicados insuficientemente, porque “es fundamental para abrir un horizonte de desarrollo del país”, puesto que Guatemala “no puede seguirse basando en pingües reformas fiscales que nunca resuelven el problema del financiamiento público”, y tampoco puede acudir a la banca para endeudarse cada año, aseveró.

Por tanto, dado que el Estado cuenta con recursos naturales, señaló que “hay que ponerlos a trabajar de manera racional y estratégica para el desarrollo”.

El tercer tema débil en su ilustración, es el reconocimiento de los pueblos indígenas y, aunque algunas organizaciones quisieran más cambios en ese tema, debe considerarse que “este es un primer paso; una apertura de la puerta de la Constitución” y, cuando exista una correlación de fuerzas del nuevo modelo político, “se pueden hacer otras reformas”. Por lo tanto, según expresó Gutiérrez, “hay que ir paso a paso”, pues “no hay que correr sin antes haber aprendido a caminar”.