El Observatorio Ciudadano del Gasto Público presentó esta mañana varias recomendaciones para la aprobación del Proyecto de Presupuesto 2011, entre las cuales señalan la necesidad de reducir en un 10 % los gastos de salarios y gastos por funcionamiento, además piden crear una Comisión de Alto Nivel que proponga alternativas a la situación de la deuda pública del país.
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Esa instancia está conformada por representantes de los sectores académico, económico y social, quienes expusieron al menos 10 sugerencias para la ejecución del gasto gubernamental del siguiente año.
Primero solicitaron que el Organismo Ejecutivo haga un esfuerzo de reducir en un 10 % los gastos de funcionamiento y así promueva la eficacia, sin afectar a las carteras de Salud, Educación y Seguridad. Además, pidieron realizar un estudio financiero para prevenir desbalances.
También, requirieron mayor inversión en infraestructura, convocar a un pacto fiscal, no contratar obras y servicios sin contar con asignaciones presupuestarias, prohibir por completo la utilización de ONG para la contratación de obras, mejorar la fiscalización del gasto en municipalidades y Consejos de Desarrollo.
Las otras sugerencias de esa institución son: incluir dentro de las prioridades un plan de modernización tecnológico para promover la calidad del gasto y reducir costos y gastos administrativos no prioritarios; y, conformar una Comisión de Alto Nivel que analice la situación de la deuda pública y proponga alternativas que permitan financiar el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado.
TRANSPARENCIA
«Aprobar el presupuesto es en primer lugar darle más transparencia al gasto porque evitaría el problema de las transferencias que tenemos en este año», resaltó Marco Livio Díaz, viceministro de Transparencia Fiscal y Evaluación del Ministerio de Finanzas, quien dijo que tomarán en cuenta los requerimientos que el Observatorio del Gasto Público hizo.
Díaz aceptó que las transferencias monetarias de una cartera a otra representan problemas, por lo que enfatizó en que si se aprueba el presupuesto van a haber mucho menos transferencias, pero de lo contrario de todas formas «el Ejecutivo tiene que hacer una readecuación por medio de transferencias al presupuesto», dando a entender que de una forma u otra obtendrán los recursos.
La propuesta que el Ministerio de Finanzas Públicas presentó ante el Congreso para el ejercicio fiscal 2011 es de Q52 millardos, sin embargo la Comisión de Finanzas del poder legislativo hace las negociaciones por 54 millardos, derivado de un aumento que corresponde al mapa geográfico de obras que beneficia a los parlamentarios.
El proyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal de 2011 entraría hoy a segunda lectura para su aprobación, pese a lo cual aún existen críticas y análisis que manifiestan no solo que es un presupuesto desfinanciado sino que las asignaciones son insuficientes.
Hugo Noé Pino, director del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), manifestó que la insuficiencia del presupuesto proviene de una política fiscal que debe reorientarse, y para eso se necesitan mayores ingresos, ya que Guatemala es el país de Latinoamérica con la carga tributaria más baja (10.4% sobre el Producto Interno Bruto).
En este sentido recomiendan no solo la aprobación urgente sino que se tomen en cuenta asignaciones presupuestarias a rubros importantísimos para el desarrollo de la sociedad, tanto para salud, educación y seguridad.
Ramón Parellada, analista económico del Centro de Estudios Económicos y Sociales (CEES), manifestó respecto del mensaje de «urgente aprobación del presupuesto» que varios sectores del país solicitan, exponiendo la idea de que no hay más opciones para analizar.
«Hay una opción que no la quieren tomar en cuenta los burócratas, y es: reducir el gasto. No quieren reducir el gasto social y concentrarse en la inversión en seguridad y justicia (…) seguimos inflando ese aparato estatal que solo consume y no produce, debe haber una verdadera reducción de la deuda; claro que urge la aprobación, a todo el mundo le gusta vivir del Gobierno; realmente el Estado solo consume, no produce riqueza», puntualizó el analista