El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó un análisis sustantivo de los Programas de Mi Familia Progresa (MiFaPro), estimando que el monto asignado de las remesas condicionadas son muy bajas en comparación a las de otros países, por lo que sugiere institucionalizar dicho programa.
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Miguel Székely, autor del estudio, indicó que Guatemala, implementó rápidamente los programas de MiFaPro en un promedio de seis meses, caso contrario para México que les costó tres años la implementación.
Dentro del informe se indica que las transferencias monetarias de MiFaPro son muy bajas en relación a las de otros países. Guatemala tiene la cantidad de remesas a 36.1 y el más alto es de Argentina con 233.3.
Una adecuada institucionalidad permitiría asegurar la permanencia del Programa Mi Familia Progresa como eje central de la nueva política social de Guatemala, con el objetivo de reducir la pobreza extrema y elevar los niveles de bienestar de los más vulnerables.