La selección de fútbol de Suiza fue recibida hoy con júbilo por centenares de aficionados en Zúrich al regresar a casa tras su eliminación en los octavos de final del Mundial de Brasil frente a Argentina.
En el estadio de Zúrich engalanado de rojo y blanco, los jugadores de la «Nati» fueron vitoreados por sus seguidores con el grito de «Hopp Schwiiz» (Arriba Suiza).
El seleccionador suizo, el alemán Ottmar Hitzfeld, dio las gracias por la cordial bienvenida: «No nos hemos proclamado campeones mundiales, pero tenemos los mejores aficionados del mundo».
Originariamente, la Federación Suiza de Fútbol dijo que no habría ninguna recepción, pero luego revocó su decisión.
Para Hitzfeld, de 65 años, el Mundial de Brasil fue el final de su carrera de entrenador.
Suiza cayó 1-0 con Argentina en los cuartos de final después de que Ángel di María marcara el único gol del partido en la prórroga y cuando quedaban dos minutos para la tanda de penales.