Argentina, Brasil y Chile aceptaron recibir desplazados y refugiados colombianos que abandonaron su país y se encuentran en Ecuador y Costa Rica, reveló Philippe Lavanchy, director del ACNUR para las Américas, quien culmina este jueves una visita a Buenos Aires.
«Hemos firmado acuerdos con los gobiernos argentino, brasileño y chileno y han aceptado recibir casos de colombianos que se desplazaron a Ecuador y Costa Rica, con el objetivo de descomprimir la tensión en la región», indicó Lavanchy en una reunión con periodistas en la sede del organismo de Naciones Unidas.
El especialista aseguró que la situación más grave en las Américas en el tema de desplazados y refugiados se registra en Colombia, donde entre dos y tres millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares y trasladarse a otros lugares dentro de las fronteras del país.
«El perfil del refugiado actual en América latina es una persona de nacionalidad colombiana y mayoritariamente campesina, indígena o afrocolombiana», indicó.
Colombia «tiene la mayor cifra de desplazados internos del hemisferio occidental y la segunda población desplazada del mundo después de Sudán», como consecuencia fundamentalmente de las cuatro décadas de conflicto armado, el más prolongado de la región, según el último informe del ACNUR.
En los últimos años cada vez más colombianos han huido y cruzado las fronteras, sobre todo a Costa Rica y Ecuador, también a Panamá y Venezuela, y a Estados Unidos y Europa.
Unos 250.000 colombianos están buscando asilo en algún lugar del mundo, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Lavanchy se refirió a la situación en la frontera colombo-ecuatoriana y destacó la preocupación por este flagelo del gobierno del presidente Rafael Correa, con quien se reunió recientemente en Quito.
«En Ecuador el gobierno calcula que hay unos 250.000 refugiados y hemos visto en el terreno, en la frontera, cómo el gobierno trata de brindarles protección a miles de personas. Ecuador no devuelve a ningún desplazado», enfatizó.
El drama de la violencia también obliga a los civiles a desbordar los límites de Venezuela y Brasil.
Lavanchy, de nacionalidad brasileña, puso de relieve que el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva aceptó recibir casos de emergencia en 72 horas, lo cual puede ser vital para los amenazados de muerte.
«En este momento hay una disponibilidad impresionante, muy positiva, en los gobiernos de la región y creo que eso se explica porque muchos de las personas en funciones de gobierno han sido refugiados durante los últimos gobiernos militares», señaló Lavanchy.
«En Buenos Aires me reuní con representantes del gobierno que habían sido refugiados y eso facilita la tarea porque saben de lo que estamos hablando. Y eso también sucede en Uruguay, Brasil y Chile», agregó.
El funcionario sostuvo que «actualmente, América latina le hace honor a su tradición y es la región más generosa en el mundo con los refugiados. Varios de sus países tienen la mejor legislación sobre desplazados internos del mundo».
Sobre los acuerdos firmados con Buenos Aires y Brasilia -que se enmarca en los llamados ’Reasentamientos solidarios’- Lavenchy reveló que a finales de 2005 llegaron a la capital argentina unos 50 colombianos y que Brasil se mostró dispuesto a recibir hasta un millar de una sola vez.
Consultado sobre la situación con respecto a la disidencia en Cuba, el funcionarios respondió: «Actualmente no hay un número importante de cubanos solicitantes de asilo en la región y en el mundo».
El número de refugiados y solicitantes de asilo en Argentina supera las 3.500 personas provenientes de Africa (Argelia, Liberia, Senegal, Burundi, entre otros), Asia (Laos, India, Pakistán, Sri Lanka), América (Cuba, Colombia, Haití, Chile) y Europa (Bosnia, Lituania, Estonia, Yugoslavia).