Las protestas contra el alza de los precios de los carburantes se extienden por todo el mundo y amenaza con intensificarse porque nada deja presagiar un descenso inminente de los precios del petróleo.


En Francia, el movimiento de los pescadores contra el alza del petróleo manifestaba signos de división, pero a las acciones de protesta emprendidas por éstos en algunas regiones, comenzaban a unirse otros sectores de la actividad económica también afectados por la inflación de los combustibles.
Entre éstos últimos, los camioneros, los agricultores, y los conductores de ambulancias.
De su lado, dos de las principales federaciones patronales francesas de la construcción pidieron al gobierno la «revisión automática del precio de los trabajos» debido a «nuevas alzas de los productos petroleros».
Ayer, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, propuso poner un techo al Impuesto al Valor Agregado (IVA) aplicado al precio del petróleo para limitar su subida, pero la Comisión Europea consideró que esta idea enviaría «una mala señal» a los países productores de crudo.
Por su parte, los pescadores españoles y portugueses se preparaban para un huelga «indefinida» a partir del viernes.
En España, pequeños patrones de pesca en varios puertos del Mediterráneo continuaban en huelga en Barcelona, Port de la Selva y Vilanova (noreste), mientras los pescadores de Andalucía (sur) permanecieron en tierra.
El malestar también comenzaba a cundir entre los empresarios camioneros españoles que amenazan con una huelga a partir de junio.
Los pescadores portugueses, que se reunieron este mismo día con el ministro del sector, también deberían iniciar una huelga el viernes, en apoyo a la demanda de que su sector sea reconocido como «actividad estratégica» pudiendo así gozar de exoneración de ciertos impuestos.
En Italia, las organizaciones de pescadores debían decidir también hoy sobre una eventual paro el próximo viernes.
En Holanda, las dos principales organizaciones profesionales de transportistas junto con denunciar la inflación del precio de los combustibles, reclamaron hoy una baja de los impuesto sobre el petróleo y anunciaron una operación de protesta para mañana.
Unos 150 choferes de camiones búlgaros manifestaron una vez más hoy contra el alza del diesel, y para pedir al gobierno el rembolso de parte de los costos de explotación, desfilando por el bulevar circular de la capital Sofia.
Otras manifestaciones de camioneros tuvieron lugar en las ciudades de provincia como Roussé (norte) y Stara Zagora (sur), en tanto los choferes de autobuses amenazaron con un parto parcial para el viernes.
En Costa de Marfil, la dirección de la estatal Sociedad marfileña de refinación (SIR) anunció que el alza del precio del combustible es «inevitable», lo que podría provocar nuevas manifestaciones contra la carestía, como las de los 31 de marzo y 1 de abril, que dejaron oficialmente dos muertos.
En Indonesia, las manifestaciones se multiplicaban hoy después del anuncio hecho el viernes de una alza de casi 30% de los combustibles debido a la reducción de las subvenciones públicas.
Para los indonesios, el alza de los combustibles no afecta sólo al transporte, pues el petróleo es una fuente de energía muy común, utilizada por los más pobres como alumbrado y para cocinar.
Por otra parte, este mismo día el ministro indonesio de Energías y Recurso, Purnomo Yusgiantoro anunció que su país se retiraría de la Organización de Paises Exportadores de Petróleo (OPEP).