El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, rechazó hoy la posibilidad de nuevas sanciones por parte de las grandes potencias por su programa nuclear, al subrayar que había «presentado nuevas propuestas» para reanudar las negociaciones.
Ahmadinejad reaccionó así al día siguiente de que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña) así como Alemania y la Unión Europea, instaran ayer a Teherán a negociar directamente sobre su programa nuclear antes de la Asamblea General de la ONU.
«Ya nadie puede imponer sanciones a Irán. ¡Pueden imponernos sanciones!», lanzó Ahmadinejad con un tono irónico tras recibir un amplio respaldo del Parlamento que hoy otorgó un voto de confianza a 18 de los 21 ministros que había propuesto el mandatario para su gabinete.
Ahmadinejad indicó que su país había preparado propuestas a las grandes potencias -los miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania conforman el grupo negociador 5 1- para retomar las negociaciones sobre su programa nuclear.
Igualmente, el mandatario iraní participará en la Asamblea General de la ONU a finales de septiembre en Nueva York, en donde se reunirá, al margen, el grupo 5 1.
El presidente conservador, cuya elección sigue siendo cuestionada por la oposición, «efectuará este viaje. Será una muy buena ocasión para participar en una reunión internacional (…) para exponer los puntos de vista de la República Islámica sobre los asuntos internacionales», declaró a los periodistas su jefe de gabinete, Esfandiar Rahim Machaie.
Apenas unas horas antes, un portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Hassan Ghashghavi, declaró que Irán era «partidario del diálogo» sobre su programa nuclear, pero que no aceptaría «amenazas o presiones» sobre una fecha límite para volver a la mesa de negociaciones.
El principal negociador del tema nuclear iraní, Said Jalili, anunció que Teherán presentaría «próximamente» el paquete de propuestas.
«Las propuestas serán presentadas próximamente (…) y las grandes líneas serán anunciadas públicamente», explicó Ghashghavi.
Occidente e Israel sospechan que Irán quiere dotarse, de forma encubierta, del arma nuclear con un programa nuclear civil, lo que Teherán desmiente subrayando su intención de continuar su programa con fines energéticos.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó tres series de sanciones en 2005, 2006 y 2007 sin que Teherán cediera de un ápice en su rechazo a suspender el enriquecimiento de uranio.
Ante el persistente rechazo de Irán a suspender su programa, los países occidentales amenazan con recurrir a nuevas sanciones, pero esperan al mismo tiempo las propuestas iraníes.
Reunidos a puertas cerradas ayer en Alemania, los directores políticos de las cancillerías del grupo de países 5 1 y de la Unión Europea, «renovaron» su llamado a Teherán a aceptar negociaciones directas «sobre la base del respeto mutuo», según un diplomático alemán.
Tras el encuentro, Estados Unidos dijo que esperaba el reinicio del diálogo con Irán al margen de la próxima Asamblea General de la ONU.
En tanto, en Brasilia, el mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió «agotar todos los límites de la diplomacia» con Irán «antes de hacer sanciones».
La Agencia Internacional de la Energía atómica (AIEA) afirmó a finales de agosto que al margen de mejoras en la transmisión de información y de algunas visitas a las instalaciones nucleares, Teherán no ha respondido todavía a las cuestiones relativas a la naturaleza militar que se le atribuye a su programa.