Rechazan ocupación de terrenos


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Un grupo integrado por más de 150 campesinos ocupó los terrenos de la finca Montelimar, ubicada en el municipio fronterizo de Malacatán, propiedad de la municipalidad de San Marcos, informó el alcalde del lugar, Carlos Enrique Barrios Sacher.

Por Erasmo González SAN MARCOS / Agencia CERIGUA

Los labriegos, procedentes de varios municipios del departamento, ocuparon desde marzo pasado 300 cuerdas de terreno, de forma ilegal, del mencionado terreno que forma parte del patrimonio del pueblo marquense, señaló el jefe edil.

A decir del funcionario, la finca en referencia tiene una extensión de 413 hectáreas y es atendida por esta corporación municipal, cultivada preferentemente con café de las variedades arábigo y robusto, en una superficie de 174 hectáreas.

El alcalde añadió que han priorizado las campañas de reforestación en el área, las que dieron inicio en el 2006, por lo que a la fecha se han plantado un aproximado de 51 mil 800 árboles de las especies cedro mundani, teca y palo blanco, para la extracción de madera y carbón, en una extensión de 46 hectáreas, en tanto que 23 hectáreas están cultivadas con limón persa.

Además se hacen injertos de café con variedades selectas para mejorar la producción; se cuenta con una parcela demostrativa de coco para conocer su comportamiento y manejo y con un campo de experimentación destinado a los estudios de la carrera de Agronomí­a del Centro Universitario de San Marcos (CUSAM), aseguró Barrios Sacher.

El centro de producción agrí­cola no persigue fines de lucro; es más bien de aprendizaje y recreación para la población; además se prevé impulsar proyectos turí­sticos para aprovechar los recursos naturales, agua, suelo, vegetación y la vista panorámica de un escenario que se encuentra al pie de las montañas, indicó el alcalde.

Ante esta situación, el jefe edil consideró improcedente e inaceptables las pretensiones de los lí­deres campesinos, porque atentan contra un patrimonio que pertenece al pueblo, por lo que pidió que desocupen los terrenos, no sólo por la ilegalidad del hecho sino por los daños causados en el lugar.