En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, organizaciones indígenas afirmaron ayer que el Estado de Guatemala permite el racismo.
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Este día fue proclamado en 1966 por la Asamblea General de Naciones Unidas, instancia que instó a la comunidad internacional a luchar en contra del racismo y la discriminación.
No obstante, la realidad en el país es otra, pues las organizaciones indígenas del país afirmaron durante una conferencia de Prensa que el Estado permite el racismo en su forma estructural, institucional, ambiental e interpersonal contra los pueblos.
La Comisión Presidencial contra el Racismo manifestó que existe voluntad política para cumplir los compromisos relacionados la discriminación en el país, lo cual es objeto de dudas y criticas de parte de los grupos organizados.
La Comisión Presidencia Coordinadora de la Política del Ejecutivo en materia de Derechos Humanos informó a través de un comunicado: «Es importante comprender la magnitud del racismo y los efectos que ocasiona a la sociedad ya que es un mecanismo que pretende mantener un sistema de dominación, desigualdad y exclusión económica, social y política, ello a partir de una valoración negativa de diferencias culturales o biológicas, reales o imaginarias».
Pero las organizaciones opinan distinto, pues en conferencia de Prensa Jorge Morales Toj, abogado del Movimiento de Jóvenes Mayas, señaló que «en Guatemala se ha perpetuado un Estado racista y de discriminación que favorece a las transnacionales», haciendo referencia a los megaproyectos como las empresas minerías e hidroeléctricas, que se han instalado sin consultar a las comunidades y persiguiendo a quienes reivindican su derecho y protección a la tierra.