Rechazan impacto de Esquipulas II


Misa de la celebración de los veinte años de Esquipulas, en la Basí­lica del Cristo Negro de esa ciudad.

La ex guerrilla izquierdista de El Salvador negó hoy que el denominado plan de paz Esquipulas II, cuyo 20 aniversario se celebra en San José, haya sido lo que motivó el fin de la guerra en El Salvador en 1992.


«Los acuerdos de paz Esquipulas II fueron letra muerta, no generaron un impacto para finalizar la guerra en El Salvador, por el contrario el conflicto se recrudeció y al final fue la ONU la que alentó el proceso de paz», declaró a la AFP el portavoz del Frente Farabundo Martí­ para la Liberación Nacional (FMLN) Sigfrido Reyes.

Para Reyes, «es un atrevimiento y hasta un abuso» decir que por Esquipulas II, El Salvador y otros paí­ses vecinos lograron la paz.

El publicitado acuerdo de Esquipulas, a juicio del partido de izquierda «fue más aspavientos que una realidad» porque no planteó mecanismos de negociación y además porque no interpretaba la especificidad del conflicto interno de El Salvador generado por la injusticia social.

El acuerdo de paz Esquipulas II, que tuvo como consigna «establecer la paz firme y duradera», y que fue propuesto por el presidente costarricense Oscar Arias, fue firmado el 7 de agosto de 1987 en la capital guatemalteca.

Los presidentes que rubricaron el histórico acuerdo fueron Vinicio Cerezo (Guatemala), Napoleón Duarte (El Salvador. Falleció en febrero de 1990), José Simón Azcona (Honduras), Daniel Ortega (Nicaragua) y Arias, quien meses después recibió el Premio Nóbel de la Paz.

De los signatarios de Esquipulas II han vuelto al poder Arias y Ortega.

Este miércoles, para conmemorar la fecha, Arias convocó en San José a sus homólogos Martí­n Torrijos (Panamá), Oscar Berger (Guatemala), Manuel Zelaya (Honduras) y Antonio Saca (El Salvador), con la única ausencia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.

«En ningún momento los acuerdos de Esquipulas buscaron modificar de manera sustantiva el régimen polí­tico y económico, porque se limitaba a un llamado a la pacificación y al desarme, es por eso que en El Salvador no significaron absolutamente nada», enfatizó el portavoz del FMLN.

Reyes recordó que la otrora comandancia general del FMLN, «guardó distancia» desde un primer momento del acuerdo presidencial porque era «una forma de darle oxí­geno a un régimen que estaba agonizando como era el gobierno de Napoleón Duarte».

El Salvador vivió en 1989 la denominada «ofensiva hasta el tope», la cual le permitió a la guerrilla izquierdista demostrar que en el terreno militar habí­a un empate con el ejército gubernamental apoyado por Estados Unidos, lo que a su vez motivó a la ONU a buscar una salida negociada.

Con el saldo de más de 75.000 muertos y 1.579 millones de dólares en pérdidas económicas, la guerra civil salvadoreña concluyó mediante la firma de acuerdos de paz gobierno-guerrilla, el 16 de enero de 1992.

«Los acuerdos de paz Esquipulas II fueron letra muerta, no generaron un impacto para finalizar la guerra en El Salvador, por el contrario el conflicto se recrudeció y al final fue la ONU la que alentó el proceso de paz»

Sigfrido Reyes

Portavoz del FMLN salvadoreño