«La Dama de Hierro», el filme sobre la ex primera ministra británica Margaret Thatcher que aborda brevemente la guerra de Gran Bretaña y Argentina por las islas Malvinas, es un relato mediocre en el que casi lo único rescatable es la actuación de Meryl Streep, su protagonista, opinó la crítica argentina.
La película que le valió a la actriz estadounidense una nueva nominación al Oscar se estrenó el jueves en esta nación, en medio de una escalada diplomática entre Argentina y Gran Bretaña por la soberanía del archipiélago en el Atlántico sur por el que libraron una breve guerra en 1982, que perdió el país sudamericano.
El estreno de «La Dama de Hierro» coincidió además con la llegada a las Malvinas del príncipe Guillermo en una misión militar de seis semanas, visita que ha sido criticada por el gobierno argentino al señalar que el nieto de la reina Isabel II llega «con uniforme de conquistador».
Según el diario Clarín, «los cuestionamientos al film no son políticos ni mucho menos… no es cuestión de criticarlo porque la pintura de su gobierno (de Thatcher) pueda ser excesivamente amable… sino por problemas puramente cinematográficos».
El rotativo coincide con otros medios en que la actuación de Streep es casi perfecta, pero que ello no basta para hacer una buena película.
Clarín afirmó además que el breve tratamiento del conflicto bélico por las Malvinas en la película «provocará curiosidad» entre el público argentino, aunque «tampoco allí hay demasiadas revelaciones, más allá de la idea de que la propia Thatcher fue la más decidida a ir a la guerra, contra los consejos de casi todos».
Agregó que la película toma esa actitud de la «Dama de Hierro» como «una cuestión de feminismo» –Thatcher dice en una escena: «He librado batallas cada día de mi vida»–, lo que resulta «una metáfora por lo menos absurda», según el rotativo.
Para La Nación, el film le debe todo a su protagonista. «Personaje controvertido tanto para sus compatriotas como para los ciudadanos del mundo en general y específicamente los argentinos, Thatcher merecía una mejor película», dijo el diario.
En el comienzo el film lleva al espectador a bajar la guardia al presentar una Tatchner muy lejana a quien fuera la primera mujer elegida primer ministro en la historia de Gran Bretaña. Aparece anciana y afectada por demencia senil de un grado tan avanzado que no recuerda la muerte de su esposo ni que uno de sus hijos vive en Sudáfrica.
Aislada del mundo exterior, Thatcher comienza a recordar su vida desde la adolescente que prefería estudiar para ganarse una beca en la Universidad de Oxford antes que divertirse.
«Es una hija de… (término soez)», respondió Mario Huguet ante la consulta de AP al finalizar la película en una sala de un lujoso centro comercial en el centro de Buenos Aires. «Como política ha sido de lo peor».
Huguet, un psicoanalista de 75 años, opinó que la película «intenta humanizar» a Thatcher pero «yo no me dejo engañar. Se la presenta como a una abuelita senil, pero los dictadores argentinos también llegaron a viejitos y daban lástima».
Su esposa Nora, una jubilada de 75 años, dijo que fueron a ver la película porque «nos gusta el cine y a mí me encanta Meryl Streep. Ella está bárbara. Pero no cambié de opinión sobre Thatcher».
Según Tiempo Argentino, la directora Phyllida Lloyd opta por una ex primera ministra «de interiores, que en su vejez y con los primeros síntomas de Alzheimer vaga por su casa, sostiene conversaciones con su difunto esposo» y maltrata a su hija. Elogió, empero, su abordaje de la guerra, al decir que fue «uno de los pocos tramos de la película contados con el timing justo, que incluso muestra una investigación documentada y seria sobre el tema».
Página 12 se pregunta «qué clase de Thatcher» han construido la directora, la guionista y la actriz principal, opinando que la ex primera ministra no queda bien definida.
Para Ámbito Financiero el film muestra a una Thatcher que no conforma a nadie. «Solo el buen reparto encabezado por Meryl Streep salva de la mediocridad esta biografía trabajosamente hilvanada», señaló.
Indicó que la película no gustará a feministas ni a admiradores y opositores de la «Dama de Hierro» y que en Argentina «suma otro motivo de desagrado: la triunfalista versión (del partido conservador) Tory de la Guerra de las Malvinas, con un marco admirativo para su terrible orden ‘Hundan al Belgrano’, su mensaje imperial a las tropas, etc».
El hundimiento del crucero General Belgrano el 2 de mayo de 1982 causó la muerte de 323 marinos argentinos, prácticamente la mitad de las bajas de Argentina en la guerra. Generó un fuerte rechazó en el país sudamericano, que sostuvo que el ataque se produjo fuera del área de exclusión establecida por el gobierno británico alrededor de las islas.
«Me pareció densa. Lo único que destaco es la actuación de Streep», manifestó Martín Cheverri, de 36 años y técnico agropecuario. «La película busca caracterizarla como una mujer con muchas virtudes pero no se puede caer en esa trampa».
En las últimas semanas, Buenos Aires y Londres han intensificado una guerra de declaraciones. El gobierno británico tildó al argentino de colonialista, mientras que los argentinos han rechazado «el intento británico de militarizar un conflicto sobre el cual las Naciones Unidas ya se han expedido en numerosas ocasiones y han indicado que ambas naciones deben resolver en negociaciones bilaterales».
Gran Bretaña decidió enviar a la zona a uno de sus buques más poderosos, el destructor HMS Dauntless.