Recesión e inflación


Independiente de lo que pueden ser los criterios técnicos y burocráticos de los integrantes de la Junta Monetaria por parte del sector público y del privado, no dudemos que se avecinan tiempos económicamente difí­ciles. Si la presidenta del Banco de Guatemala y demás integrantes de la Junta se equivocan, a ellos no les afectará ni en sus elevados salarios, ni en sus dietas, ni en sus fabulosas pensiones de retiro, al resto de los guatemaltecos sí­.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

En el comportamiento de las bolsas de valores en Estados Unidos, Japón, México, Singapur, Brasil, Hong Kong, Inglaterra, y demás paí­ses del norte, sur, este y oeste, ha sido evidente la crisis y bajada de precios de las acciones, sin duda alguna la economí­a mundial se encuentra al inicio de una depresión y por esa razón son las bajas de tasa de interés de la Reserva Monetaria en los Estados Unidos y las contundentes declaraciones del ex presidente de dicho organismo.

No podemos permitir que cien municipios en situación delicada por la pobreza, se vuelvan doscientos o más los que sufran este shock económico. La solución, en buena parte, la tenemos en el área agrí­cola y forestal. El gobierno debe implementar que en los programas educativos de las escuelas primarias y secundarias vuelvan a tener la clase «prácticas agrí­colas».

Las escuelas públicas deben utilizar los predios baldí­os municipales, del Ejecutivo y de las entidades autónomas para producir e instalar organopónicos donde pueden autoproducir vegetales y frutas que no sólo son un enriquecimiento y un acercamiento a la naturaleza para los niños y educandos, sino además un complemento a su consumo y nutrición, a depender menos de programas donde la burocracia es la que engorda.

El Ejército de Guatemala permanentemente recluta jóvenes ciudadanos e involuntariamente desarraiga a varios de éstos, que al concluir su perí­odo como soldados no regresan a sus lugares de origen, sino se convierten en policí­as privados, vendedores ambulantes o ayudantes de albañil, etc., debe -como lo iniciáramos en forma experimental en el gobierno del que fui parte- destinar los últimos seis meses de reclutamiento y servicio para que estos conciudadanos reciban todo el conocimiento de lo que es la producción de vegetales, frutas, manejo de apiarios y el desarrollo de la producción aví­cola y porcina.

Si de cada cinco soldados logramos que tres vuelvan mejor preparados a la tierra, a sus aldeas, a sus cantones, con todo un conocimiento agrí­cola y forestal, el servicio militar se habrá convertido en el mejor medio del desarrollo y del estí­mulo a las fuentes de trabajo que puede desear el paí­s para la producción alimenticia, para la recuperación forestal y ecológica, para el aumento y estí­mulo a los productos no tradicionales. Todo el sur de México, Cancún, la rivera maya es un mercado al lado de nuestro paí­s, que puede ser el consumidor de esa producción y exportación agrí­cola.

La inflación, la depresión económica no se superan a través de la riqueza de los bancos, no se solucionan a través de la prensa, se resuelven y superan mediante la creación de nuevas fuentes de trabajo rentables, fáciles y convenientes. En un paí­s de vocación forestal, de alta densidad poblacional, de baja educación, es el campo donde se encuentran las mejores posibilidades de producción y ocupación.

Nuestro paí­s no es la cola de un león, ni la cabeza de un ratón, es un pequeño punto de la economí­a mundial, el gobierno debe tomar medidas urgentes al respecto, prever y actuar ante la recesión e inflación.