Un grupo de rebeldes sirios atacó el sábado un puesto de control en un suburbio cerca de Damasco, en un atentado suicida con carro bomba que mató a 16 soldados, informaron varios activistas.
El episodio de violencia ocurrió al día siguiente que nueve peregrinos libaneses chiíes secuestrados el año pasado en Siria fueron liberados en unas negociaciones que podrían concluir con la liberación de dos pilotos turcos en manos de insurgentes libaneses y decenas de mujeres encarceladas en reclusorios del gobierno.
El ministro del Interior libanés Marwan Charbel dijo que la oposición siria exigió que las mujeres detenidas fueran llevadas a Turquía. Agregó que una vez resuelto ese tema, el complicado intercambio multilateral quedaría concluido.
«Hablamos con los sirios sobre este tema y, Dios mediante, cuando concluya este asunto lógico, habrá terminado todo el proceso», dijo Charbel al canal de televisión Al-Manar, del grupo libanés Jezbolá.
Aunque no fueron aclarados los detalles, fue al parecer una de las negociaciones más ambiciosas de la guerra civil en Siria, ahora en su tercer año.
Los peregrinos, que según Charbel entraron en Turquía el viernes por la noche, formaban parte de un grupo de 11 rehenes capturados por una facción insurgente en el norte de Siria en mayo del 2012. Dos de ellos fueron liberados posteriormente pero nueve permanecían cautivos desde entonces, ocasionando que en agosto fuera secuestrados en Beirut dos pilotos de Turkish Airlines.
Ambos, Murat Akpinar y Murat Agca, fueron capturados al llegar a Beirut procedentes de Estambul el 9 de agosto. La agencia noticiosa oficial libanesa dijo que un grupo llamado Zuwaar al-Imam Rida, de filiación chií, se atribuyó el secuestro. El grupo dijo que los pilotos «solamente serán liberados cuando regresen de Siria los rehenes libaneses», en referencia a los peregrinos chiíes.
Los peregrinos fueron secuestrados cuando regresaban de Irán al Líbano vía Turquía y Siria. Los islamistas los capturaron poco después de llegar a Siria procedentes de Turquía.
La agencia estatal de noticias SANA confirmó el ataque en el suburbio de Jaramana y reportó que causó muertes, pero no ofreció una cifra.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, indicó que los rebeldes encabezados por el grupo Jabhat al-Nusra, vinculado a la red al-Qaida, perpetraron el ataque mientras trataban de apoderarse del puesto de control cerca de Mleiha, pueblo adjunto a Jaramana. Hubo un encarnizado combate tras explosión.
Las fuerzas rebeles controlan gran parte del territorio alrededor de Damasco pero Jaramana, una zona cristiana y drusa, es en su mayoría leal al presidente Bashar Assad. Los combatientes de la oposición han realizado ataques previamente en la región con bombas y proyectiles de mortero.
Assad cuenta con el apoyo de las minorías étnicas y religiosas de Siria, incluyendo cristianos y miembros de la secta alauita. Los rebeldes son dominados por la mayoría musulmana suní de Siria.
Al menos 100.000 personas han muerto en actos violentos relacionados con la guerra civil de Siria, ahora en su tercer año.