Un grupo rebelde, que se cree recibe el apoyo de Ruanda, avanzó a menos de tres kilómetros (dos millas) de Goma, una importante capital provincial en el este de Congo, marcando la posición a la que más cerca han llegado los rebeldes desde 2008.
El vocero del ejército congoleño, el coronel Olivier Hamuli, dijo que la batalla comenzó a las 6 de la mañana del domingo y después de nueve horas de violentos enfrentamientos el frente había avanzado apenas unos kilómetros de distancia de la ciudad. Ambos bandos descansaron después de las 3 de la tarde, y los rebeldes del M23 establecieron un retén a unos 100 metros (yardas) de uno del Ejército en el poblado de Munigi, a 3 kilómetros (1.8 millas) en las afueras de Goma.
El portavoz del M23, coronel Vianney Kazarama dijo que los rebeldes pasarían la noche en Goma. En la tarde, luego de que la batalla había parado, agregó que «podemos tomar Goma fácilmente ahora, hemos hecho retroceder al ejército congoleño más de 10 kilómetros (5 millas) en un día».
«Tenemos la confianza de que podemos tomar Goma y nuestro paso siguiente será tomar Bukavu», refiriéndose a la capital de la siguiente provincia hacia el sur.
El grupo rebelde M23 está conformado por soldados que formaban parte de un ahora extinto ejército rebelde, el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo, CNDP, un grupo conformado principalmente por combatientes de la etnia Tutsi, la cual fue el blanco del genocidio en Ruanda en 1994. En 2008, el CNDP liderado por el ruandés Laurent Nkunda llevó a su ejército a las puertas de Goma, y se detuvo abruptamente antes de tomar la ciudad.
En las negociaciones que siguieron y que culminaron el 23 de marzo de 2009 con un acuerdo de paz, el CNDP acordó disolverse y sus combatientes se unieron al ejército nacional de Congo. No volvieron a tomar las armas hasta el primer semestre del año, cuando cientos de ex combatientes del CNDP desertaron del ejército en abril, asegurando que el gobierno congoleño no había logrado cumplir su parte del acuerdo de 2009.
Según reportes, incluyendo uno de un grupo de expertos de Naciones Unidas, muestran que el M23 es apoyado activamente por Ruanda, que ofrece apoyo financiero, armamento, y hasta tropas. Los reportes indican que la nueva rebelión esté posiblemente ligada con una lucha actual por el control de la riqueza mineral de Congo.
Los helicópteros de combate de Naciones Unidas atacaron el miércoles a los rebeldes del grupo M23 en el este del país después de que se reanudó la lucha luego de una calma que duró un mes. Previamente el mismo sábado, el secretario general de la ONU Ban Ki-Moon llamó al presidente ruandés Paul Kagame para solicitar que usara su influencia sobre el M23 y ayudar a calmar la situación, y refrenar al grupo rebelde para que no continuara con su ataque.