El surgimiento del dengue y la malaria en la costa de San Marcos se atribuye al estancamiento de las aguas, a raíz de las copiosas lluvias, lo que favorece los criaderos de mosquitos transmisores, informó el coordinador de la Unidad de Vectores del írea de Salud, Marco Antonio Barrios.
SAN MARCOS / Agencia CERIGUA
A decir del salubrista, la proliferación del vector del germen patógeno también se debe a la falta de recursos para la compra de insumos, como gasolina para la movilización de las unidades motorizadas y el diesel para la preparación de los componentes utilizados en la destrucción de los viveros de las larvas.
Los municipios más afectados por el repunte de la endemia son San Pablo, que reporta nueve casos de dengue; Malacatán, con seis conformados y 40 sospechosos, así como cuatro de malaria; dos casos de Dengue en Tecún Umán y Ayutla, respectivamente; todos ya se encuentran controlados, indicó Barrios.
El personal encargado del control y combate del mosquito está conformado por 43 salubristas, pero son insuficientes para cubrir la región; hasta el momento se lleva a cabo un 50 por ciento del trabajo planificado, debido a las limitaciones presupuestarios del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
Sin embargo, a pesar de los escasos recursos disponibles, se priorizan los programas preventivos, como el desarrollo de los planes educativos, el descombramiento y limpieza dentro y fuera de las viviendas y edificios, la eliminación de los focos de agua estancada, indicó el entrevistado.
Las tareas de nebulización en las áreas infestadas y la abatización de los tanques de agua para uso doméstico han sido suspendidas y se reanudarán cuando la cartera de salud disponga de los recursos necesarios, concluyó Barrios.