Reactivan las búsquedas de extraterrestres


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Un conjunto de 42 radiotelescopios que buscan señales de vida inteligente en el Universo continuarán con ese trabajo luego que donantes privados recaudaron el dinero suficiente como para mantenerlos en funcionamiento.

MOUNTAIN VIEW Agencia AP

El Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés), recibió más de 200 mil dólares, entre ellas donaciones de la actriz estadounidense Jodie Foster, para seguir operando, informó el periódico San Jose Mercury News.

El conjunto fue originalmente un proyecto conjunto entre el Instituto SETI y el Laboratorio de Astronomí­a de la Universidad de California en Berkeley, que se retiró a principios de este año debido a la pérdida de subvenciones de la Fundación Nacional de Ciencia y recortes del presupuesto estatal.

El astrónomo del Instituto SETI, Seth Shostak, dijo que estaba satisfecho de que se pudiera recaudar el dinero en estos tiempos de dificultad económica.

«Pero la gente todaví­a piensa que esta pregunta fundamental —¿hay alguien ahí­ afuera tan inteligente o más que nosotros?— resulta importante y vale la pena», dijo.

Los telescopios se volverán a encender en septiembre, recalibrados y operados las 24 horas del dí­a durante el resto del año mientras se buscan más fondos.

Operar el conjunto con un personal de 10 personas cuesta 2,5 millones de dólares al año. En total, el Instituto SETI tiene un presupuesto de 18 millones de dólares y 140 empleados. La financiación proviene de los donantes, la NASA y la Fundación Nacional de la Ciencia.

El director general del Instituto SETI, Tom Pierson, dijo en una carta dirigida a quienes apoyan el proyecto que su meta es recaudar cinco millones de dólares para que las antenas de radio se pueden apuntar a los 1.235 nuevos «exoplanetas» que la misión Kepler de la NASA anunció en febrero.

El conjunto no sólo se utiliza para la búsqueda extraterrestre, sino que también contribuye a la investigación de los agujeros negros, los pulsares y los campos magnéticos en la Ví­a Láctea.