Los obispos españoles presentaron ayer una campaña reforzada en contra del aborto en un momento en que el gobierno socialista prepara la ampliación de la actual ley de interrupción del embarazo, a la que se oponen la iglesia católica y los conservadores.
Con un póster que muestra a un lince ibérico al lado de un bebé, la Conferencia Episcopal Española (CEE) denuncia en esta nueva campaña que en España está más protegida la fauna que los no nacidos.
«Si muchas especies animales tienen una alta protección, incluso penal, ¿por qué se ha de proteger menos la vida de los seres humanos que van a nacer?», se preguntó en conferencia de prensa el portavoz del órgano que agrupa a los obispos españoles, monseñor Juan Antonio Martínez Camino.
La iglesia católica, que regularmente hace campaña en contra del aborto, dedicará esta vez más medios durante la segunda quincena de marzo y la Jornada por la Vida, que se celebrará el 25 de marzo en las diócesis españolas, ya que «de forma excepcional» incluirá la colocación de 1.300 carteles en vallas publicitarias en 37 ciudades españolas, según la CEE.
El póster muestra a un bebé al lado de un cachorro de lince ibérico –especie protegida en España por su vulnerabilidad–, sobre el cual está impresa la frase «Lince protegido». El bebe pregunta: «Â¿Y yo?…», tras lo cual pide «Â¡Protege mi vida!», todo ello junto con fotos del feto.
Los obispos alertan en su campaña de que «se anuncian cambios legales que, de salir adelante, darán lugar a una situación en la que quienes van a nacer quedarán todavía más desprotegidos que con la actual legislación», en referencia a la preparación de la reforma para ampliar la ley del aborto, que data de 1985.
El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero quiere ampliar esta ley, por la cual actualmente se puede interrumpir el embarazo durante las primeras 12 semanas si se ha sufrido una violación, por malformación del feto durante las primeras 22 semanas y si hay «peligro para la salud física o psíquica de la madre» durante todo el embarazo.
El ejecutivo prepara un proyecto de ley para que el aborto sea libre durante un período que debe determinarse, como en la mayoría de los países europeos, después de que una comisión parlamentaria adoptara en febrero un informe al respecto.
Su objetivo es «dar más seguridad» y «garantías» a las mujeres y a los médicos que realicen abortos, explicó recientemente la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.
A finales de 2007 varias detenciones en España de profesionales de clínicas privadas donde se practicaban abortos presuntamente fuera de la ley y las protestas y huelgas de los centros acreditados llevaron al gobierno a impulsar la reforma.
El conservador Partido Popular (PP), que está en contra de ampliar la ley, amenazó la semana pasada con recurrirla al Tribunal Constitucional si ésta permite además a las menores de 16 años puedan abortar sin consentimiento de sus padres.
Y el Vaticano volvió a dejar clara su posición a través del secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarsicio Bertone, que visitó España hace un mes.
El número de abortos practicados en España se duplicó entre 1997 y 2007 y en esos dos últimos años subió un 10% anual. En 2007 se practicaron más de 112 mil abortos, según el ministerio de Sanidad, que actualmente lleva a cabo una campaña para bajar la tasa de embarazos no deseados.