Aunque en el Gobierno cuentan con analistas sabihondos y tienen mucha experiencia en el control de masas, quisiera hacer un pequeño análisis, partiendo desde el punto de vista, tal vez equivocado, porque no conozco los sentimientos de quien patrocina los subsidios, reparticiones, pensiones, etc. que estos al final, tal vez genere algún agradecimiento, aunque lo dudo, pero lo que definitivamente no genera son votos, que de repente es lo que esperan.
Si estas reparticiones se da entre medio millón de familias indigentes, como pregonan que es el objetivo, este núcleo de población normalmente lo compone gente apática, que muchas veces viven por que hay que vivir, trabajan si hay donde trabajar y creen que tener muchos hijos no es problema, pues cada uno trae el pan bajo el brazo. Este grupo no tiene interés en votar y parten del punto de vista que si hoy les dieron, mañana tal vez llegue alguien que les de más y no les preocupa quién quede o no quede. Si van a los mítines es para ver que comen o que sacan, pero les da lo mismo lo que diga o no diga el candidato. De este millón de familias, con suerte y con un trabajo intenso tal vez logren hacer que voten unas 50 mil personas.
Si los objetivos no son combatir el hambre y la indigencia, sino que de una u otra forma es perpetuarse ya sea partidariamente o familiarmente en el poder, entonces el medio millón que favorezcan no debieran ser los más indigentes, sino de un estrato que podríamos llamarlos medio indigentes, aquí si se obtendría mas votos, tal vez llegaría a los 200 mil, que podría decirse la chinche con el dinero de todo el pueblo dio mejores resultados.
Pero se han puesto a pensar a favor de quien estarán el millón y medio de familias que no recibieron ese tipo de ayuda o lo recibieron eventualmente. No creo que haya que decírselos y no sólo los votos que generan, serán en contra, sino que en caso de una situación turbulenta serán sus peores enemigos.
Para agregar algo de las reacciones del humano, primero dicen gracias, después porque no me da otro poco más y de último dicen, como todo se lo robaron, lo que me dieron fue una miseria. Con esto que estoy diciendo, si es que lo leyeron, ahora estarán diciendo que soy un pobre tonto, si es que perduran, dentro de un año dirán la gente de Guatemala no es muy agradecida, y si llegan al final tienen que cuidarse, pues a los que les dieron, no les agradecerán nada y a los que no les dieron, les querrán sacar los ojos. Si de verdad quieren mejorar Guatemala, creen fuentes de trabajo.