Rasgos de la marginación actual


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Muchos dicen que Guatemala es un paí­s de contrastes por la desigualdad social y económica de la población; por la variedad de microclimas; por la diversidad étnica y, sobre todo, por los grupos oligárquicos que impiden el desarrollo social con equidad y continúan reproduciendo la acumulación de capital a costa de explotar fuerza de trabajo.

Factor Méndez Doninelli

 


El hambre recurrente de millones de guatemaltecos, es un rasgo de marginación social que tiene su explicación en la baja producción y productividad nacional y ahora, porque los precios de los granos básicos han ido en aumento; 75% para el maí­z, 80% para el frijol y hasta 90% el trigo y porque el modelo agro exportador  produce un desplazamiento en la producción de alimentos para los campesinos.

A este respecto, la Coordinación de ONG y Cooperativas Congcoop sostiene: “La agricultura de exportación no ha sido una respuesta al desarrollo en las comunidades campesinas. Por el contrario, ha incidido fuertemente en la baja productividad de los granos básicos nacionales, distorsionando el mercado de tierras para la siembra alimentaria”.

Según estudios de la Comisión Económica para América Latina CEPAL y del Instituto de Estudios Agrarios y Rurales IDEAR, el sector agro exportador se caracteriza por ofrecer empleo temporal, intensivo y poco remunerado.

Otro rasgo de marginación es el empleo, las cifras son inequí­vocas, en los últimos cinco años el desempleo se ha duplicado alcanzando alrededor del 4% de la población económicamente activa PEA. El empleo informal en el área urbana es casi del 70% y en la rural el 80% de la PEA está subempleada. Según estimaciones, cerca de cuatro millones de guatemaltecos no tienen trabajo estable, digno y seguro.

La acelerada concentración de tierra en pocas manos, la extensión del monocultivo para la exportación, los agro negocios, el daño ambiental al ecosistema y la disminución de los medios de producción y sustento para las familias campesinas, aumentan el hambre y el desempleo. Tales condiciones distorsionan el contrato social y son un agravante para los intereses del paí­s.

Por otra parte, en el evento electoral que se desarrolla, observo múltiples rasgos de marginación que evidencian la necesidad de reformar el sistema polí­tico y las  normas que regulan la actividad polí­tica electoral. Un ejemplo claro de esta marginación es la desventaja publicitaria que limita la divulgación de propuestas y contenidos programáticos de algunos partidos polí­ticos, que por ser pequeños, tienen escaso acceso a recursos económicos y por tal circunstancia, están imposibilitados de competir en condiciones de igualdad y equidad con los partidos polí­ticos fuertes que sí­ disponen de suficientes fondos económicos para invertir en los medios de comunicación, televisión y radio, millones de Quetzales en publicidad, (aunque muchos polí­ticos no puedan explicar de dónde provienen los fondos millonarios).

Sobre este tipo de marginación y exclusión, el Tribunal Supremo Electoral, TSE, ha recibido la denuncia formal de un partido polí­tico que se considera agraviado y por tanto, pide a las autoridades electorales advertir a los propietarios de canales de televisión abierta para que otorguen espacio a sus propuestas, aunque no puedan pagar las sumas millonarias que éstos cobran; no obstante, esta situación no será corregida porque el sistema polí­tico actual, está diseñado para excluir, marginar, discriminar y mantener el estado de cosas injusto y arbitrario.