El español Rafael Nadal (N.3), ganó el Masters 1000 de tenis ATP de Roma al derrotar ayer en la final a su compatriota David Ferrer, decimotercer favorito, por 7-5 y 6-2, en un partido interrumpido dos veces por la lluvia e igualó el récord del estadounidense Andre Agassi.
Ahora, ambos tienen la marca de diecisiete torneos de Masters ganados en el circuito profesional ATP.
Los Masters, ahora designados Masters 1000, siguen en importancia a los cuatro torneos del Grand Slam, es decir, Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open.
La diferencia entre ambos tenistas es que mientras Agassi logró este récord con 34 años de edad, el manacorí lo igualó con 23.
Nadal, quien también ganó hace un par de semanas en Mónaco el Masters 1000 de Montecarlo por sexta vez consecutiva, y después prefirió descansar durante el torneo de Barcelona (España), había ganado antes en la arcilla del Foro Itálico en 2005, 2006, 2007 y 2009.
«Espero mejorar este récord, pero nunca se sabe. Tengo 23 años. Estoy muy contento de cómo me ha ido durante estos años. Para mí, 17 es un número muy importante, pero en una semana tenemos el torneo Madrid, que es otro torneo más y voy a tratar de seguir ganando. Pero estos torneos son muy difíciles porque tienes enfrente a todos los mejores jugadores del mundo», señaló el balear.
Este domingo, la lucha fratricida ante el alicantino, de 28 años y N. 17 mundial ATP, fue muy pareja en la primera manga, sin embargo, en la segunda el balear jugó mucho más cómodo y se impuso con facilidad.
El duelo había comenzado apenas pasadas las 16H00 locales (14H00 GMT) y con las dos interrupciones por lluvia finalizó prácticamente cuatro horas y media más tarde.
Cuando estaban 4-4 en el parejo primer set, los jugadores dejaron la cancha debido a la intensa lluvia. A su regreso, Ferrer parecía algo menos concentrado, después de haber intercambiado golpes de gran factura con el actual N.3 mundial de la ATP en los primeros ocho juegos.
Nadal había presionado a su rival y estuvo a punto de birlarle el saque en varias ocasiones, lo que concretó en el undécimo juego (en 5-5), después de un largo intercambio de raquetazos. Después, con su saque, el balear liquidó la manga.
En el segundo set, las cosas comenzaron muy difíciles para Ferrer y Nadal se puso 4-2, para luego ganar los dos siguientes juegos y concluir el partido.
El juego había sido interrumpido por segunda vez, con 2-1 para Nadal en el segundo set, y ambos jugadores parecían fríos, aunque el mallorquín supo imponer su superioridad, evitando una eventual reacción de su compatriota, que se precipitó y cometió un par de dobles faltas que a la postre fueron decisivas.
«La cancha se puso un poco pesada. Tuve problemas para ganarle puntos a «Rafa», que jugó bien en los momentos claves. Es muy difícil ganarle, pero estoy contento con mi juego (…) Fue mi primera final de Masters Series y estoy contento con mi juego. Este año ha sido importante para mi propia confianza», destacó el alicantino.