R E A L I D A R I O (DXLVII)


Lucas inextraditable. Como es de conocimiento público, el señor general y ex presidente fraudulento del paí­s de la eterna, Fernando Romeo Lucas Garcí­a, tuvo a mal morir un dí­a de tantos, en plena amnesia patológica, por lo que su alma, o lo que quedaba de ella, era esperada con cierta ansia mal disimulada en un lugar a relativa distancia y transdimensional, a donde efectivamente fue a parar y en el que sirve hoy en dí­a como favorito lugarteniente de un conocido personaje, amo y señor de aquel inhóspito paraje, al que sólo se puede entrar y ya nunca salir. En tal virtud la justicia terrena, digamos, tiene vedado cualquier trámite de extradición enderezado contra Romeo Lucas para deducirle responsabilidades por crí­menes de lesa humanidad, y el propio Lucifer, en conferencia de prensa improvisada, descartó de plano realizarle al genocida una especie de antejuicio y ya no digamos entregar a su protegido vitalicio, para lo que utiliza el argumento de que el sujeto ya ha desencarnado, y en tal punto existe mucho de razón y certeza, por desgracia. (Hasta donde se sabe, nunca se ha firmado un tratado de extradición entre el averno y la tierra propiamente dicha). En resumidas cuentas, referente a Lucas Garcí­a, Fernando Romeo, ya no cabe ninguna aplicación terrenal de justicia, salvo un lugar en el basurero de la historia y en el corazón de sus secuaces civiles y militares, que es casi lo mismo.

René Leiva

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«Ueviémosle a Carpio el Negocio» (UCN). ¡Qué hí­gados, damas y caballeros! Poco les importó que las iniciales (U-Ce-Ene), el sí­mbolo, los colores, etc., fuesen Marca Registrada, de propiedad polí­tica-comercial, asentados en el Registro de Marcas y Patentes, porque de todos modos se los birlaron, siempre a espaldas de Jorgito Carpio, en cuadrilla, de madrugada y en despoblado. Pero hay que ver la clase de chorchas que están detrás y delante de esa apropiación indebida o descarado plagio, quienes pretenden revivir a un Frankenstein desmembrado: caras archiconocidas, residuos portillistas y eferregistas, cuetes quemados, colas machucadas… Aunque también la gloriosa UCN original cobijó la más heterogénea fauna y flora del oportunismo y el transfuguismo ocasional. Lo dicho: en polí­tica hay demasiado escrito, pero no bien leí­do y asimilado.

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Contrición tras la sonrisa. Para salir de dudas cientí­ficas, en opinión de varios sicólogos consultados, que prefieren omitir sus nombres, esa actitud ante la prensa y las cámaras de los tres diputados viajeros a Parí­s para un seminario inexistente, por invitación falsificada, o sea de aparecer relajados, con sonrisas burlonas y un tanto desafiantes, no se debe a que sean unos descarados, sinvergí¼enzas y soberbios, muy seguros de su prepotencia y del olvido ciudadano, que terminarán cubriendo de impunidad su ruin proceder con los fondos del honorable. No, no se trata de eso precisamente, insisten los especialistas en comportamiento humano. Lo que sucede es que dichas sonrisas socarronas en realidad ocultan un gran nerviosismo, sentimientos de culpabilidad y arrepentimiento. Es una mueca mecánica e inconsciente en ellos, los pobres. Una reacción primitiva y engañosa, que da lugar a malinterpretaciones. Incluso podrí­a ser que estuviesen conteniendo una sardónica carcajada pero de puro remordimiento, lo cual es más común de lo que se cree, pues hay casos de contrición histérica que pueden derivar en incontenible risa, risa nerviosa, según los expertos. O sea que las apariencias siguen engañando, también. Cuántas veces al reí­r se llora, plasmó el poeta en inmortal verso. Y nada como la ciencia sicológica para despejar ciertas dudas amargas.

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Antologí­a de Bershé. Observadores consultados opinan que de ninguna manera es demasiado prematuro acariciar la idea de contratar los servicios profesionales y desinteresados, digamos, de un periodista y/o escritor independiente, de reconocidas credenciales, que elabore una selección antológica, por demás histórica, de los clavos, corchos, planchas, metidas de pata, ocurrencias, exabruptos, salidas de tono, frases célebres y similares, perpetrados o atribuidos a Buenagente Bershé, comprendidos de un 14 de enero a las 14, al otro, cuatro años después, según el canon establecido, así­ sean tales ocurrencias parte del libreto o ajenas a él, de ambas clases son igualmente importantes y dignas de figurar, y también trozos de conversaciones telefónicas con otros mandatarios. El Prólogo o Prefacio estarí­a encomendado a la licenciada de Frade, por supuesto, o bien a Edi Shtáin, quienes pueden enriquecer dicho documento con datos talvez inéditos sobre las increí­bles aventuras de Buenagente Bershé. Dicho texto, en ediciones populares y de lujo, serí­a lectura obligada en todos los centros educativos del paí­s de la eterna, e incluso en el área centroamericana.