R E A L I D A R I O (DXLV)


René Leiva

Cantos de sirena. Según ha trascendido en medios polí­ticos-electoreros, varios partidos en contienda han contratado ya los servicios profesionales de esos seres marinos con cuerpo de mujer hasta la cintura y de pez hasta los pies, conocidos como sirenas, pues emiten ciertos sonidos armoniosos o rí­tmicos que encantan a los potenciales electores, encegueciéndolos y haciendo que intenten votar por la copla o tonada más pegajosa, por el discurso más engañoso y falaz, que no llega al cerebro, a la memoria histórica, al juicio y sentido crí­tico del oyente, sino a su parte emotiva e irracional solamente. Incluso se sabe de candidatos que vienen tomando clases intensivas de canto en improvisadas cátedras impartidas por las señoras sirenas, con acompañamiento de marimba, a fin de ser ellos mismos, en determinados ámbitos escénicos, quienes con sus cantos encanten al respetable electorado. Nada de lo cual riñe o es contrario a nuestra incipiente democracia o en crónico proceso de consolidación, de paso sea dicho. (Algunos analistas sostienen que los cantos de sirena son más bien un complemento, aunque muy importante, del financiamiento polí­tico adscrito a la oligarquí­a y al glorioso CACIF, así­ como a la ayuda propagandí­stica, en campo fiado, que otorga íngel Remigio González y González a través de nuestros cuatro canales mexicanos de la televisión abierta).

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CONAVIAPABE en asamblea permanente. En magna asamblea extraordinaria celebrada en conocido hotel capitalino, la Coordinadora Nacional de Viejitas Abrazables y Patojitos Besuqueables (CONAVIAPABE) acordó por unanimidad declararse desde ya en asamblea permanente ante la campaña electorera prematura perpetrada por varios partidos polí­ticos, lo cual hace urgente el definir estrategias con el objeto de prevenir, en la medida de lo posible, los abusivos, indignantes y antihigiénicos abrazos a las viejitas y besuqueos a los patojitos que los candidatos a cualquier cosa acostumbran propinar durante sus giras adelantadas a las áreas marginales, colonias, caserí­os y aldeas del paí­s de la eterna. No obstante, la CONAVIAPABE prefirió guardar en secreto detalles precisos de los planes y técnicas a impulsar para estar advertidos e impedir que los candidatos acometan con sus respectivas maniobras electoreras de estar besuqueando a nuestros patojitos y abrazando a nuestras viejitas, para lo cual sí­ trascendió que han contratado los servicios técnicos de una especie de fuerza humana de contención para en alguna medida reprimir o atenuar, dentro de los estándares permitidos, a abrasadores y besuqueadores polí­ticos. «Ya es tiempo -declaró doña Adelaida, 89 años, alta dirigente de CONAVIAPABE- de poner freno a tanta abrazadera de besuqueadera, un tipo de acoso que deberí­a estar sancionado por la ley electoral y de partidos polí­ticos, y contemplado en Código Penal, por lo menos». De plano, habrá sorpresas.

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La única pregunta del millón. En el entendido de que existe un fondo especial destinado para la pregunta atinente, especí­fica o que se ajuste a los parámetros vigentes, debe tenerse sumo cuidado y atención para que no cualquier pregunta que surja por ahí­ o allí­, intrascendente, banal o disparatada se atribuya ser ella, la pregunta del millón, ya que solo de un millón, ese precisamente, se dispone, depositando en un banco de resistencia y consolidado prestigio, y no puede ni debe desperdiciarse en interrogaciones insulsas y necias, cuya respuesta resulta obvia o que cualquiera conoce. Cada poco, aquí­ y allá, a alguien se le ocurre que su formulación de una cuestión o su demanda de información, en forma de interrogación, merece ser considerada como la pregunta del millón, nada menos, sea formulada en una tribuna, un debate pasajero o a través de la prensa, y es así­ como tenemos dos o tres preguntas el millón diarias, y el fondo especial que podrí­a encontrarse en las bóvedas del BANGUAT por supuesto que no da para tanto. Y es aquí­, entonces, donde se necesitarí­a de una comisión especí­fica, ad hoc, que monitoree, seleccione y evalúe las pretendidas preguntas del millón que van surgiendo, para que luego de minucioso análisis, objetivo e imparcial, se escoja por unanimidad a la genuina, auténtica y legí­tima pregunta del millón, que como el artí­culo definido «la» indica, sólo puede ser una, en singular, no otra ni otras, ni antes ni después de ella.

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Angloalienation. «Halloween. Fiesta con música reggae, con los DJ de Bacteria Sound System: The Collector Token. Además la banda Putch (…) en Bad Attitude (…)» Esto, aquí­, en Guatemarket, Guatemansa, Guatemí­a.