Administro pisto del fisco. Da que pensar eso de que el señor gobierno de turno sea incapaz, como sus antecesores, de administrar todo el dinero que le damos a guardar, para que invierta y/o compre los productos de la canasta básica estatal.
Con la franqueza y desinterés que me caracterizan, aquí mismo declaro que yo podría dedicar un tiempo libre a administrar una determinada cantidad de pisto del fisco, tal vez a un médico cinco por ciento (5%) del capital que se me asigne, eso tendría que consultarlo con mis asesores financieros y jurídicos, siempre que dichos fondos no bajen de unos doscientos millonetes devaluados y por el término de unos seis meses. Una ni OMG la levanto de hoy a mañana.
No todo ha de ser oportunismo y lucro en esta vida ingrata, cuando los intereses patrios están de por medio y son prioritarios.
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Robo de una gallina. En amena charla con mi amiga la gallina, me hacía ver que ya pasaron aquellos tiempos dorados en que robársela (a ella) era tenido como un delito común, típico e incluso paradigmático
(sic), y que hoy en día es muy raro que alguien se la robe, pues los amigos de lo ajeno prefieren otra clase de bienes o propiedades del prójimo, y mejor si se adquieren a punta de pistola, por amenaza o extorsión y sangre de por medio.
Mi amiga la gallina asegura añorar esa venturosa época en que era codiciada y a sus ladrones les imponían severas penas, sin derecho a medidas prostitutivas (sic), lo cual le otorgaba a ella una cierta categoría y prestigio, por todo lo cual sugiere a quienes todavía la mencionan como objeto o sujeto modélico de hurto, mejor se abstengan de ponerla como ejemplo porque eso ya pasó a la historia, por desgracia.
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Los peores esfuerzos. Si a pesar de que las autoridades hacen sus mejores esfuerzos, según suelen decir, y no se logra nada o acaso unos pocos resultados mediocres, ¿Qué tal sería, entonces, hicieran sus peores esfuerzos? Cuando se realizan esfuerzos superiores pero el fruto es nulo, ¿Qué opción resta por efectuar? Pues experimentar con los peores esfuerzos, esos que nunca, deben ser menospreciados, descartados y desechados. Habría que probar, quien quita.
Debería ser prudente norma que los peores esfuerzos se mantengan en reserva, precisamente para echar mano de ellos cuando los mejores esfuerzos no funcionan. (Los peores esfuerzos carecen de fecha de vencimiento.)
Muchas veces entre lo mejor y lo peor no hay más que un paso, al margen de criterios subjetivos e incluso emotivos. En ocasiones los mejores esfuerzos en realidad son los peores, en su aplicación y resultados, aunque tal apreciación no siempre es atribuible a quien se esfuerza.
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Alienado amor. Fulana: te quiero con toda mi computadora (por si dudabas de mi cariño). Y aunque suene cursi y trasnochado, yo te bajaré, de Internet, el Sol, la Luna y las estrellas. Rectifico: te quiero más que a mi computadora electrónica (las hay de otras clases). El colmo de mi amor por vos: no te cambiaría por dos celulares con video y ni siquiera por una Lap Top de última generación. ¿Qué más querías?
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Hay, tiene que haber, al menos una mente diabólica, fogueada en la contrainsurgencia y los escuadrones de la suerte, rectora del estado de terror criminal y delincuencial que hoy en día vivimos los guatemaltecos. (Con la colaboración de Perogrullo.)