Más de 15.000 personas se manifestaron este martes en Grecia en una nueva huelga general para protestar contra la reforma de las pensiones, promovida por el gobierno para sanear las degradadas finanzas públicas del país.
En Atenas, las dos manifestaciones organizadas, una por los comunistas y otra por las dos grandes centrales sindicales de los sectores público y privado, reunieron a 9.000 personas según la policía, 35.000 según los sindicalistas.
El desfile concluyó ante el Parlamento, con breves enfrentamientos entre jóvenes y policías antidisturbios, que dispararon gases lacrimógenos. Un policía resultó herido por una piedra.
En Tesalónica (norte), la segunda ciudad de Grecia, unas 7.000 personas se manifestaron sin incidentes, según la policía.
Los manifestantes, mucho menos numerosos que en las cuatro anteriores huelgas generales organizadas desde febrero, marcharon con carteles en los que se leía «Que se retire la reforma de las pensiones». Los jóvenes gritaban eslóganes como «fuego al FMI».
Seguida sobre todo en el sector público, la huelga afectaba el tráfico aéreo, con la anulación de unos 50 vuelos domésticos a las islas. Los vuelos internacionales se mantuvieron sin embargo, ya que los controladores aéreos no se unieron a la huelga para proteger el turismo, sector clave para la economía griega.
El texto sobre la reforma del sistema de jubilaciones, que será votado en el Parlamento unicameral en principio el 8 de julio, impone cotizar durante 40 anualidades, y no 37 como es el caso actualmente, para abandonar la vida activa. También prevé recortes en las pensiones (7% de media), prohíbe las jubilaciones anticipadas y generaliza a 65 años la edad legal de jubilación. Hasta ahora, las mujeres podían jubilarse a los 60.
El gobierno socialista se comprometió a aplicar estas medidas, entre otras, a cambio de una ayuda financiera vital de la Eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 110.000 millones de euros.