El Gobierno estadounidense «invitó» hoy a las personas indocumentadas a que se presenten a las oficinas de inmigración para salir voluntariamente de ese país.
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Tanto la Mesa Nacional para las Migraciones en Guatemala (Menamig), como la Pastoral de Movilidad Humana, rechazaron esa medida indicando que no es la solución a la problemática migratoria.
Del 5 al 22 de agosto, el Departamento de Seguridad Interna implementará la operación denominada «Salida Programada», que se ejecutará en las ciudades de Santa Ana, California; San Diego, Phoenix, Chicago y Charlotte, Carolina del Norte.
Cori Bassett, portavoz del citado departamento, declaró a medios internacionales que la gente que ha recibido la orden de salir de Estados Unidos pero continúa en ese país y «no ha cometido algún delito, puede participar en el programa».
La vocera añadió: «Esas personas podrán entrar a una oficina de Inmigración y Aduanas y decir que quieren ir a casa», declaró, agrgando que esas personas no serán encarceladas, como lo son la mayoría de las arrestadas que están ilegalmente en el país.
Reacciones
Mauro Verzeletti, representante de la Pastoral de Movilidad Humana, opinó que esa acción es una nueva forma de «presión sicológica y una violación a los migrantes de parte del Gobierno estadounidense».
El sacerdote añadió que la administración de Estados Unidos está «traumando la política y a los migrantes trabajadores y tomando actitudes nefastas contra las personas».
Uvaldo Villatoro, director de Menamig, consideró que en algunos casos, «esa medida ha sido de beneficio para la población migrante», y citó como ejemplo a Estados Unidos y México; «en el caso de Guatemala consideramos que se puede aprovechar», agregó.
Sin embargo, Villatoro consideró que «esa no es la solución ante la necesidad de los guatemaltecos que buscan oportunidades de empleo», a lo que sumó que no se observa el fondo de la situación, ya que en ese país existen migrantes que han establecido vínculos familiares.
Política interna
Verzeletti indicó que las acciones del país en torno a la problemática migratoria han sido débiles, debido a que en Guatemala no existe una política enfocada a ese tema: «Se debe generar un conflicto de relaciones exteriores y, por ejemplo, pedir que salga el embajador si no paran las deportaciones, como han hecho otros gobiernos de América Latina», recomendó el sacerdote.
Villatoro, por su parte, reconoció el esfuerzo de la cancillería, pero añadió que las acciones a tomar en el caso de las migraciones deben ser permanentes.
Este día inicia el juicio, en Estados Unidos, contra la guatemalteca Olga Marina Franco, quien es acusada por ese gobierno de causar el accidente de un bus escolar donde murieron cuatro estudiantes en Minnesota, Estados Unidos.
El hecho, ocurrido el pasado 19 de febrero, motivó que la guatemalteca, de 24 años, fuera acusada de al menos 24 cargos, entre los que se encuentran cuatro homicidios vehiculares por las muertes de Jesse Javens, de 13 años, su hermano Hunter Javens, de 9; Emilee Olson, de 9; y Reed Stevens, de 12, informaron medios internacionales.
Heissin Raúl Monterroso Hernández enfrentó problemas en Panamá, luego de que se le encontrara que intentaba pasar 98 comprimidos de heroína en su estómago.
Monterroso es de origen guatemalteco, y fue detenido en el aeropuerto internacional de Tocumen, al pasar por el aparato de Rayos X, en donde se evidenció el contrabando.
El hecho tuvo lugar el sábado pasado, pero fue hasta ayer que terminó de purgar todos los comprimidos con heroína.