Luego de llegar tambaleante de la Copa de Oro de la Concacaf, las palabras incrédulas (para algunos) de Hugo Sánchez, entrenador de la Selección de fútbol de México, de que su equipo iría a la Copa América mentalizada a ganar, están cobrando auge ahora que los aztecas se metieron a las semifinales del campeonato.
Aunque pidió mesura tras la victoria 6-0 sobre Paraguay, Sánchez confirmó una vez más que su equipo está metalizado para llegar, paso a paso y con humildad, a la final del torneo de selecciones más antiguo del mundo.
El objetivo mexicano queda confirmado con las palabras de Fernando Arce, quien dijo a los medios de comunicación no sentirse conforme, no al menos hasta cuando termine el campeonato para levantar la Copa y celebrarlo.
Esta llave de semifinales entre gauchos y charros tiene sabor a revancha, pues será una reedición del choque en los octavos de final en la Copa del Mundo de Alemania, donde la albiceleste ganó 2-1 en tiempo extra con un gol de Maxi Rodríguez.
Aún así, el directivo mexicano sabe del difícil compromiso que se le avecina ante los argentinos, quienes pasaron a las semifinales con un contundente marcador sobre los peruanos de 4-0.
El plantel de Sánchez trastabilló en la Copa de Oro, al caer en la final frente a Estados Unidos, pero la historia ha sido totalmente distinta en la Copa América, por lo que el partido del miércoles ante los señores del tango suena a pronóstico reservado, aunque los números se inclinen por los suramericanos.
La otra semifinal, el martes, la jugarán Brasil y Uruguay, que el sábado se impusieron a Chile (6-1) y a Venezuela (4-1), respectivamente.