¿Quiénes son los más vulnerables?


Los paí­ses pobres, que no tienen hospitales, drogas antivirales ni un sistema sanitario capaz de descubrir y aislar nuevos casos de enfermedades infecciosas, cuya población vive mayoritariamente en villas miseria sin higiene, serí­an presas fáciles de una pandemia de gripe.


Desde que surgieron la neumoní­a atí­pica (SRAS) en 2002 y la gripe aviaria en 2003, los expertos en sanidad han advertido reiteradamente que las economí­as en ví­as de desarrollo son las más expuestas a una gripe mortal.

«En todas las pandemias que han sido investigadas históricamente, cuando más pobre es el paí­s, peor les va a sus habitantes», dijo el martes Angus Nicoll, jefe del programa sobre la gripe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.

Nicoll dio el ejemplo de la llamada gripe española, que surgió a fines de la Primera Guerra Mundial, y que dejó un número de muertos estimado entre 25 y 50 millones, según los historiadores.

«La gente dice: «oh, fue horrible en Europa», pero en realidad, fue mucho peor en India y probablemente también en Africa en esa época», afirmó Nicoll.

No hay ninguna seguridad de que el brote de gripe porcina, cuyo epicentro se encuentra en México, se convierta en una pandemia, una enfermedad que se difunde a través de regiones o continentes.

Nadie sabe por el momento si la cepa es particularmente virulenta o contagiosa, ni si será una amenaza mayor que, probablemente, los brotes normales de gripe.

Sin embargo, si surgiera un agente patógeno, hacerle frente requerirí­a un escudo defensivo que ya existe en la mayor parte de los paí­ses ricos, pero que muchas naciones pobres no tienen.

Las naciones en ví­as de desarrollo son «particularmente vulnerables», advirtió el lunes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

«Si verdaderamente estamos ante una pandemia, debemos mostrar solidaridad global», dijo. «En nuestro mundo interconectado, ninguna nación puede hacer frente sola a una amenaza de semejante magnitud», añadió.

Un estudio realizado en 2006 por el profesor de la Universidad de Harvard Christopher Murray, basado en la mortandad de la gripe española, estimó que 62 millones de personas podrí­an morir en un perí­odo de 12 meses si un agente patógeno igualmente letal surgiera ahora.

Según este documento, 96% de esas muertes tendrí­an lugar en los paí­ses de ingresos bajos y medianos.

El lugar más seguro del mundo serí­a Dinamarca, cuya mortalidad adicional –equivalente a un aumento de la tasa normal de mortalidad– serí­a de 0,2%.

En el otro extremo se encontrarí­a India, cuya mortalidad adicional serí­a 20 veces superior, de 4,39%.

En 2005, las amenazas de gripe aviaria y de SRAS hicieron que la Organización Mundial de la Salud (OMS) fortaleciera sus dispositivos para hacer frente a una pandemia.

La OMS pidió a los paí­ses que presentasen sus planes de emergencia en cuestiones como informar al público sobre los riesgos, aislar los casos sospechosos y crear reservas de máscaras, Tamiflu y otras drogas antivirales.

Hasta ahora, únicamente 29 planes fueron presentados a la OMS. Pero sólo siete de ellos vienen de paí­ses en ví­as de desarrollo: Chile, México, Indonesia, Sudáfrica y Tailandia, así­ como de las pequeñas islas del Pací­fico Nauru y Palau.

Adam Kramradt-Scott, un investigador de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la Universidad de Londres, dijo que los paí­ses en ví­as de desarrollo deben hacer frente a numerosos problemas.

Estas naciones carecen de personal médico, instalaciones y recursos para comprar vacunas y antivirales, y la escasa vigilancia epidemiológica puede dar muchas oportunidades a una enfermedad respiratoria para ganar terreno antes de que las autoridades descubran el problema.

También citó el caso de China, que «trató de ocultar (la epidemia de SRAS) a nivel regional y nacional, hasta que fue descubierta».

Desde entonces, «China ciertamente ha aumentado su capacidad de vigilancia y también, al menos superficialmente, se ha mostrado mucho más abierta y transparente que antes. No obstante, estamos esperando a ver qué sucede en la práctica», dijo.