Son públicas las diferencias de criterio sobre la creación de la Policía de Investigación que se produjeron entre el Fiscal General, Amílcar Velásquez Zarate y Hellen Mack ante la Comisión de Puntos Constitucionales y Legislación del Congreso de la República.
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Al respecto el Fiscal argumenta que tiene precariedad de presupuesto y los 30 investigadores que trabajan en el Ministerio Público no son suficientes por lo que ve favorablemente la iniciativa de ley que presentara el diputado Aníbal García, propuesta que crearía la Policía de Investigación. Por el contrario, la licenciada Mack manifiesta que la nueva institución originaría más burocracia y sólo retardaría los procesos, adiciona que es absurdo crear más burocracia en lugar de fortalecer la Policía Nacional Civil.
Ante estas argumentaciones, el diputado Mariano Rayo evita comprometerse y dice lo que ya es obvio: «Serán los diputados quienes decidan la creación de este nuevo ente». Es evidente, no sólo la discrepancia de criterio sino el que no queremos darnos cuenta que la dispersión y la creación de diferentes policías, ante todo en un país donde la tasa de impuestos es tan baja, no debe de producirse.
En los Estados Unidos, a raíz del atentado de las Torres Gemelas, en Nueva York, se comprobó que la CIA no hablaba con el FBI y que la información que manejaba el Pentágono no la conocía el Servicio Secreto, mucho menos las policías estatales y ello sucedía en el país que se dice es el más poderoso del mundo.
La licenciada Mack, acertadamente está señalando que no se debe burocratizar aún más y también el Fiscal está señalando correctamente que su presupuesto es precario; por consiguiente, en lugar de aumentar la burocracia es procedente aumentar la eficiencia y de ser posible aumentar la carga tributaria, dotar de más recursos tanto a la Policía Nacional como al Ministerio Público.
De lo contrario si sólo nos lavamos las manos no nos extrañemos que igual que ha ido creciendo enormemente la Policía Municipal de Tránsito y se le ha dotado de tan folclóricos uniformes que más pertenecen a la costumbre e idiosincrasia del imperio británico, nos podría parecer una policía de investigaciones que usara gorritas escocesas al estilo Sherlock Holmes y por supuesto pipa y lupa también pero que requeriría su edificio, director y subdirector general, personal administrativo, infraestructura material y una serie de vehículos blindados y no blindados, así como otro chorro de gasolina.
No sólo Estados Unidos es ejemplo de la dispersión de la información, de la investigación a través de muchas policías, en Sur América, en diferentes países, también se ha producido esa dispersión y los diferentes gobiernos han tenido que enmendar la plana.
Mejor sería que el Ejecutivo y el Legislativo analizaran seriamente qué es lo que más conviene en las fuerzas de seguridad y orden, tener un montón de cuerpos y organizaciones o reducir hasta donde sea posible el número para -incluso- tener sólo una Guardia Nacional y un cuerpo de policía integrado y dotado adecuadamente de recursos humanos y económicos.
En cuanto al Congreso y a sus miembros, no deben enamorarse de sus iniciativas de ley sino encontrar las respuestas y soluciones adecuadas para mejorar la seguridad y la justicia.