Arnoldo Vargas que era como dueño de una de las aduanas entre Guatemala y El Salvador y al igual que muchos de los aduaneros hizo mucho dinero, por lo que al ser despedido se dedicó a la ganaderí­a y a la polí­tica, siendo electo para alcalde de Zacapa y reelecto para un segundo perí­odo, el cual ya no pudo desempeñar por haber sido capturado sindicado de capo del narcotráfico y extraditado a los Estados Unidos, casi inmediatamente, sin reconocerle su derecho a antejuicio como Alcalde, ni como electo, violando, además, todos sus derechos como ciudadano.

Qué pasó con esta persona que dí­as antes de su captura era un alcalde muy querido y un exitoso ganadero, que ayudó a financiar parte de la campaña de Jorge Carpio Nicolle que dí­as antes habí­a pasado a la segunda vuelta electoral, perfilándose seriamente como el futuro presidente de Guatemala. Según las amistades de Arnoldo Vargas, este no tení­a nada que ver con el narcotráfico, sino que fue el pretexto perfecto de los Estados Unidos para deshacerse polí­ticamente de Carpio Nicolle, ya que acusando de narcotraficante a uno de sus financistas, lo deshabilitaba para ser presidente

Si es cierto o no que Jorge Carpio Nicolle no era del agrado de los gringos será algo que quede para la historia, pero lo que sí­ es cierto y esto fue confirmado por muchos ganaderos de Zacapa, es que Arnoldo Vargas con una gran cantidad de ganaderos se encontraban en celebración, pesando ganado y comiendo chicharrones con tortillitas salidas del comal como a las seis de la mañana, cuando a la orilla del cerco vieron que habí­an muchos soldados y algunos le preguntaron por qué estaban cuidando el lugar a lo cual el anfitrión respondió que algún mañoso se les habí­a ido por eso andaban tras de él.

Acto seguido un oficial cruzó el cerco y se dirigió al señor Vargas y le entregó una nota que al parecer era la orden de captura. Cuando los presentes inquirieron al oficial los motivos dijo que el picop de su propiedad estaba cargado con drogas. Cuando estaban enganchando el picop para llevárselo, uno de los asistentes dijo que ese vehí­culo no era de Arnoldo Vargas, sino que era de su propiedad y que él los podí­a acompañar, pues el de Arnoldo Vargas era otro que estaba parqueado un poco más lejos. Ante tal situación el oficial dijo que ese era el vehí­culo y que Arnoldo Vargas era el dueño y que tení­a que acompañarlo por orden de Juez

Bueno, el resto de la historia la pueden consultar en los tribunales con un parte falso de que habí­a sido capturado el vehí­culo en un puente, con Arnoldo Vargas conduciéndolo sólo, se imagina, un capo de la droga conduciendo solo su vehí­culo, si ahora con lo de Juancho en La Laguna dicen que iba custodiado por más de 20 personas y el señor Vargas que era capo iba solo.

Ahora que Arnoldo Vargas regresa, si es que regresa, es buena oportunidad para la Prensa de indagar si efectivamente se le preparó una trampa y cuál es la verdad de los hechos para que queden para la historia y de repente sale a luz qué era lo que tanto le irritaba a los gringos con respecto a Jorge Carpio, en el caso que este llegara a presidente.

Lo que sí­ está confirmado de todo esto es que los capitales que habí­an sido embargados por esta captura tuvieron que ser devueltos por el gobierno de los Estados Unidos pagando una indemnización a los dueños por daños y perjuicios, ya que en este otro juicio económico no se pudo involucrar a Arnoldo Vargas ni a sus amistades en ninguna actividad relacionada con el narcotráfico.