El Gobierno trabaja a toda costa para que la primera dama, Sandra Torres de Colom no se vea afectada por los señalamientos de falta de transparencia en el manejo de los recursos del Programa de Cohesión Social, incluso el presidente ílvaro Colom ha salido en su defensa, mientras que el Secretario de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia, Salvador Gándara, ha tenido que rendir cuentas a los diputados de oposición por la labor realizada. En la presente entrevista, el funcionario explica cómo se originó el programa, cuáles han sido sus alcances y la población beneficiada.

Pregunta: ¿Qué es el Consejo de Cohesión Social?

Respuesta: Es una instancia coordinadora de acciones y decisiones, orientadora de la inversión de recursos de acuerdo a la priorización y focalización de proyectos. Esta instancia surge de la urgencia de producir resultados a cortí­simo plazo para mitigar la pobreza extrema. Además, busca la eficiencia y eficacia de la administración pública, no es una institución, no administra ni ejecuta recursos.

P.: ¿Cuáles han sido los resultados?

R.: Vemos que el esfuerzo del gobierno es bien recibido por la población. Cuando vamos al interior del paí­s nos damos cuenta que las personas hasta lloran cuando reciben, por ejemplo, sus Q300 por haber mandado a sus hijos a la escuela o haber ido a los centros y puestos de salud.

Esa gente, además de que mejora en salud y educación, dispone de dinero para satisfacer otras necesidades familiares. Hemos oí­do de quienes ya pueden comprar zapatos o ropa para los niños y se reactiva la economí­a en cada municipio. Los negocios crecen porque hay dinero circulando, y eso es bueno para todos.

Yo quisiera que quienes critican al Consejo de Cohesión Social se enteren de lo que hace y de los beneficios que lleva a los pobladores de las áreas más abandonadas. Cualquiera de nosotros se gasta Q300 o más en cualquier cosa, pero para la gente del área rural es como que se sacara la loterí­a, recibir ese dinero les cambia la vida.

P.: ¿Por qué el Consejo de Cohesión Social genera crí­ticas y tanta oposición?

R.: Porque no han entendido que en el interior del paí­s hay gente necesitada, gente que ha sido abandonada por muchos gobiernos. Los opositores creen que esta administración impulsa esos programas con tinte polí­tico, pero deben entender que la campaña ya terminó y ahora es tiempo de trabajar para impulsar el desarrollo nacional. Esa tarea no es exclusiva del gobierno; deberí­an involucrarse los partidos polí­ticos, los empresarios, la sociedad civil, etcétera, para trabajar todos con un mismo fin: el bienestar general.

P.: ¿Pero la oposición asegura que los fondos no son fiscalizables?

R.: Sí­ lo son. Algo que no se ha entendido es que los fondos invertidos forman parte del presupuesto de cada ministerio, secretarí­a o institución encargada de la ejecución, y éste es revisado permanentemente por la Contralorí­a General de Cuentas y por Acción Ciudadana. Además, el Ministerio de Finanzas entregó a la Contralorí­a los códigos asignados a cada programa, con la finalidad de que se pueda dar seguimiento a la ejecución mediante el Sistema Integrado de Contabilidad. El Consejo ha invertido en compra de medicinas y mobiliario, mantenimiento correctivo de escuelas, centros y puestos de salud, así­ como en la contratación de maestros, médicos y enfermeras para atender las demandas de las personas de escasos recursos en los 46 municipios priorizados. La Contralorí­a tiene acceso a la ejecución de cada institución que integra el Consejo y puede dar fe de que el presupuesto asignado para este año se ha invertido en esos renglones.

P.: ¿Si los programas no tienen tinte polí­tico, cómo seleccionan a los municipios atendidos?

R.: En 30 de los 46 municipios priorizados el Alcalde no es del partido oficial. Al gobierno le interesa la gente que vive en pobreza y pobreza extrema y no el color del partido polí­tico. En febrero de este año empezamos con 46 municipios priorizados, y en la segunda fase queremos llegar a otros 80 municipios, la intención es que en 2011 tengamos cubiertos a los 333.

Además, el listado de los municipios marcados por la pobreza y pobreza extrema no lo hicimos nosotros. Nos basamos en un informe elaborado por la Secretarí­a de Planificación y Programación de la Presidencia del gobierno anterior. Nosotros sólo cumplimos con nuestra función de atender las necesidades de la población.

P.: ¿Qué papel juega la Primera Dama?

R.: Ella es la coordinadora del grupo, pero las decisiones son colegiadas. La ventaja de tenerla a ella allí­ es que tiene acceso directo al Presidente y ello facilita la toma de decisiones y la ejecución de los programas.

P.: ¿Qué avances reportan los programas?

R.: Por ejemplo, el Programa Bolsa Solidaria inició el 30 de junio con la intención de beneficiar a 3 mil familias en extrema pobreza que viven en asentamientos del área metropolitana. Hasta el momento se ha entregado más de 30 mil bolsas en 60 asentamientos, coordinado por el Consejo de Cohesión Social Urbano.

El Programa consiste en entregar mensualmente una bolsa con productos de la canasta básica: Frijol, arroz, harina, incaparina y aceite. Se priorizó a madres solteras, viudas y adultos mayores. Está a cargo de la Secretarí­a de Bienestar Social de la Presidencia.

Escuelas Abiertas arrancó el 5 de julio en cuatro escuelas ubicadas en zonas de riesgo por registrar los altos í­ndices de violencia: Ciudad El Sol y el Búcaro, en Villa Nueva, Colinas de San Rafael y las Ilusiones, en la zona 18. El objetivo es darle a los jóvenes entre 12 y 24 años la oportunidad de prepararse y mantenerlos alejados de las pandillas. Se realizan actividades culturales, deportivas, artí­sticas y laborales durante los fines de semana. Dos mil jóvenes se inscribieron en los primeros dos dí­as de iniciado el programa y ahora ya son 54 establecimientos en el departamento de Guatemala.

También está el Programa de Comedores Solidarios. Hasta ahora funciona uno en las antiguas instalaciones de Ferrocarriles de Guatemala, en la zona 1, pero se buscan otros inmuebles para extenderlos. Allí­ se atiende a unas 1,200 personas diariamente con desayunos a Q1 y almuerzos a Q3. Estamos satisfechos porque la demanda sobrepasó las expectativas y nos agrada que podamos ayudar a la gente necesitada.

Pregunta: ¿El Programa Mi Familia Progresa a qué población está llegando?

Respuesta: Como primera fase, empezó el 21 de abril en cuatro municipios: Santa Cruz la Laguna y Santiago Atitlán, en Sololá; San Bartolomé Jocotenango, en Quiché y Santa Lucí­a la Reforma, en Totonicapán. Cada familia recibe hasta Q300 mensuales con la condición de que los niños asistan a la escuela y al centro de salud. Con ello se busca erradicar el trabajo infantil, bajar los niveles de desnutrición y la deserción escolar, así­ como mejorar la calidad de vida de las familias.