Ahora que los españoles vuelven, nuevamente, a la carga acusando a Guatemala y a las autoridades de ese entonces de ser responsables de la quema de la embajada de España, en Guatemala, sería oportuno que las autoridades guatemaltecas actuales no se dejen humillar, una vez más, por los que todavía creen que «en el imperio de Carlos V no se pone el Sol» y se solicite a las Naciones Unidas o Las naciones desarrolladas que nombren una comisión independiente que vengan a investigar cómo se planificó y ejecutó una de las operaciones de genocidio más grandes que se haya efectuado en la historia de Guatemala, para que no se siga actuando y opinando sobre supuestos que sólo los ven, los que quieren ver.
Es cierto que los españoles nos han dado algunos cientos de millones de dólares para compensar el daño que nos hicieron, aunque ha sido en una forma solapada, pero ya que los aceptamos como compensación y no abrimos la boca para acusarlos, lo que menos debieran ellos hacer es querer revivir el tema, pues de mantenerlo vigente y con la posibilidad de una investigación independiente, cuando se llegue a la verdad, lo que nos han dado no cubre ni el 1% del daño que nos hicieron.
Si tan interesados están los españoles en que se esclarezca la verdad, que soliciten la formación de investigadores profesionales (sin incluir guatemaltecos ni españoles) y que se comprometan a que si son encontrados culpables, nos tienen que pagar el 99% que todavía nos tienen pendiente. Como reza el dicho: «Zapatero a tus zapatos».