El reto de rediseñar el Estado, radicaría en la voluntad política de las élites y el reconocimiento e integración de los actores y líderes. ¿No debe haber una infinidad de temas; la materia es una sola pero de gran desafío, qué tipo de Estado queremos? Y no es en ese orden, primero es la visión y luego los temas.
A partir de esto, los guatemaltecos empezaremos recién a encontrar soluciones a los problemas de cada día. Sin embargo una reforma política e institucional supone actuar sobre toda la estructura y corregir sus debilidades en todas las áreas de manera sincronizada.