¿Qué sabe Porcel de chupar bolitas?


El tí­tulo es un sí­mil, ya verá usted las razones. Al conocer la lista de personas que serán electas como representantes de la población, léase diputados, embarga una tremenda decepción porque en un gran porcentaje son personas que no tienen calidad para desempeñar un puesto de tal naturaleza.

Fernando Mollinedo

En dicha lista encontramos, amas de casa, pilotos automovilistas, mecánicos, maestros, comerciantes, vendedores de mercado, tenderos, secretarias oficinistas, varones con varios ingresos a la cárcel por diferentes causas, estafadores, prófugos y ex prófugos, militares, contrabandistas de cuello blanco, émulos de Pablo Escobar, vaqueros, taxistas, pseudoperiodistas, pescadores y de otras «profesiones» conocidas y desconocidas.

No estoy en contra de que cualquier ciudadano ejerza su derecho a ser electo, pero sí­ considero una burla hacia los electores que los partidos polí­ticos acepten como sus candidatas/os a personas que no tienen la cultura general mí­nima o necesaria para ejercer un trabajo tan importante como es el de legislar.

También es cierto, que la mejor escuela de la vida, es la vida misma; pero cuando la experiencia de la vida, no está acorde a los conocimientos de carácter jurí­dico, técnico, profesional, económico y social, entonces desvirtúa la razón de ser un trabajador llamado Diputado/a que no sabe hacer su trabajo en el Congreso de la República.

Calculando, de la lista de candidatos/as al cargo de diputados/as, presentada por los partidos polí­ticos, a lo sumo, sólo un pequeño porcentaje tienen la CALIDAD para poder desempeñar dicho cargo; LUEGO ENTONCES? ¿qué protestará el pueblo cuando sus diputados/as realicen un trabajo deficiente, nulo, sin trascendencia para la vida cotidiana de los habitantes guatemaltecos? ¿Quién o quiénes podrán increparles su IDIOTEZ, DEFICIENCIA, IGNORANCIA, ANALFABETISMO, OSCURANTISMO, DESCONOCIMIENTO, OSCURIDAD o lo que en vox populi se conoce como sus «muladas»?

Entonces, los lí­deres polí­ticos los tendrán sujetos a una «disciplina» de partido, que convenga a los intereses personales, institucionales, privados, de corporaciones nacionales e internacionales, que sufragaron los gastos de campaña, o bien, de los intereses del propietario del partido quien estará «en deuda» con los financistas económicos; porque? ¿HASTA HACE UNOS POCOS Aí‘OS, LOS CANDIDATOS PRESIDENCIALES HABRíN TENIDO DINERO PROPIO, POR LO MENOS LOS CUARENTA Y TANTOS MILLONES DE QUETZALES PARA PAGAR LOS GASTOS DE CAMPAí‘A?

Y de ser así­; ¿de dónde tantos millones?, ¿acaso han sido herederos de familias millonarias? ¿Ya los investigó la Superintendencia Fiscal súper especial del Ministerio Público, o sea del Estado contra el lavado de dinero? ¿O los candidatos presidenciales están exentos de dicha investigación? ¿Y los/as candidatos/as a diputaciones, fueron investigados? ¿Se descartó que las millonadas de quetzales provengan del contrabando, narcotráfico, secuestros, delincuencia organizada o «hueveos al mismo Estado?

Entonces, ¿Quiénes SON LOS RESPONSABLES DE NUESTRA FUTURA DESGRACIA PARLAMENTARIA?, pues ni más ni menos que los propietarios de los partidos polí­ticos, quienes en su voraz afán de usufructuar el poder, no les importa qué persona, con o sin calidad llegue a ocupar los puestos de dirigencia nacional, pues siempre los tendrán como sus «choleros» aunque por ahora pertenezcan a la burguesí­a de servidumbre.