¿Qué responde el Renap ante falta de aparatos lectores?


El caos jurí­dico que ya está desarrollándose en distintas dependencias de la administración pública, por la falta de aparatos lectores de la tarjeta plástica del DPI, va a terminar con el beneficio de la duda que la población le otorgó a la nueva institución encargada del Registro Nacional de las Personas, Renap.

Fernando Mollinedo
fermo@intelnet.net.gt

Resulta inconcebible que la novel e importantí­sima institución con el insuflo económico que ha recibido del Estado para la realización de sus actividades, hasta el momento no haya publicado noticia alguna respecto de los aparatos lectores del DPI; la población no sabe, no conoce y tal vez ni se imagina la forma de uso de dicho documento.

Los funcionarios del Renap, argumentarán que «en todas las sedes del Renap se le enseña y/o instruye a la población el uso y beneficios del mismo» sin embargo decirlo será la sexta mentira chapina más grande jamás escuchada, porque al respecto, ni siquiera los mismos empleados de la planta central saben cómo y cuándo serán instalados en las diversas instituciones y dependencias del Estado.

Hasta el momento, solo una institución bancaria nacional cuenta con aparatos lectores del DPI, lo que permite conocer toda la información que contiene el chip incrustado en la tarjeta; ¿o existe alguna otra más? Serí­a bueno que si alguna empresa o institución cuenta con ellos lo hicieran saber al público usuario. ¿Alguna institución del Estado de Guatemala, cuenta con aparatos lectores?

¿Quién o quiénes, son los responsables en el Renap de proporcionar dicha información? ¿Hasta dónde hay responsabilidad administrativa por parte del Renap al no aportar la información completa de una persona en el DPI que emiten? La población tiene el derecho de utilizar su información completa en su documento de identificación, ¿O no? ¿Entonces?

El Renap debe informar a la población respecto de este importantí­simo aspecto que debe ser abordado para lograr la verdadera certeza jurí­dica que se persigue con la emisión del nuevo documento de identidad personal; porque de lo contrario, quienes se verán en molestias y embarazosos problemas serán las personas que por una u otra razón tienen anotaciones, modificaciones o razones en los libros donde constan sus respectivas partidas de nacimiento y otras.

Operaciones bancarias, identificación judicial, trámites administrativos en el IGSS e instituciones como las municipalidades, ministerios de Estado, sistema penitenciario, asuntos migratorios, declaraciones tributarias, trámites de licencias de conducir, de armas de fuego, concesiones administrativas, identificación notarial para actos de diversa í­ndole en consulados y embajadas, en fin… son un sinnúmero de actividades que representarán un «dolor de cabeza» si en las instituciones o dependencias públicas y privadas no existen los aparatos lectores del chip que tiene la tarjeta del DPI.