¿Qué pasó en Irak, Tony Blair?


Tony Blair (C), ex primer ministro británico, flanqueado por sus guardaespaldas, ingresa para dar su testimonio sobre dudas durante la guerra en Irak. FOTO LA HORA: AP Alastair Grant

El ex primer ministro Tony Blair, en medio de protestas en su contra, tuvo hoy un regreso incómodo a un panel especial que investiga la participación de Gran Bretaña en la guerra de Irak que encabeza Estados Unidos.


Tony Blair, primer ministro de Gran Bretaña entre 1997 y 2007, enfrenta señalamientos pues supuestamente acusó en falso a Francia de impedir los esfuerzos para acordar una resolución de Naciones Unidas que aprobaba especí­ficamente las acciones militares y por evidencia de jefes de espionaje que dijeron que dudaban que Irak ocultara armas de destrucción masiva, que en su momento eran la principal justificación de Blair para sumarse al conflicto.

Blair volvió a comparecer debido a que el dicho de algunos testigos pusieron en duda algunos de testimonios que hizo hace un año, cuando defendió con vehemencia la decisión de derrocar a Sadam Husein.

El ex primer ministro llegó con varias horas de anticipación al lugar de su comparecencia para presentar evidencias ante un panel de cinco investigadores.

Unos 100 manifestantes protestaron afuera del centro de convenciones Reina Isabel II de Londres contra la decisión del ex gobernante de sumarse a la invasión dirigida por Estados Unidos que comenzó en 2003.

Algunos gritaron «Tony Blair, terrorista», en un acto que recordó una manifestación mucho mayor que se realizó en la capital inglesa al comienzo del conflicto hace ocho años.

Blair fue convocado para clarificar la evidencia que ofreció en enero pasado debido a las afirmaciones contradictoras ante el panel en voz de funcionarios, diplomáticos y militares.

Blair, primer ministro de Gran Bretaña entre 1997 y 2007, enfrenta señalamientos pues supuestamente acusó en falso a Francia de impedir los esfuerzos para acordar una resolución de Naciones Unidas que aprobaba especí­ficamente las acciones militares y por evidencia de jefes de espionaje que dijeron que dudaban que Irak ocultara armas de destrucción masiva, que en su momento eran la principal justificación de Blair para sumarse al conflicto.

El ambiente previo a la comparecencia de Blair era difí­cil luego de que se confirmara el martes que las autoridades se negaron a publicar notas que envió Blair al entonces presidente estadounidense George W. Bush antes del conflicto.

El director de la investigación, John Chilcot, ha denunciado públicamente la decisión del secretario del gabinete Gus O»Donnell, el más alto funcionario del gobierno británico, de ocultar la correspondencia.

O»Donnel alega que la difusión de esos mensajes «podrí­a dañar las relaciones internacionales del Reino Unido».

Los crí­ticos acusan desde hace tiempo a a Blair de comprometer un apoyo servil al entonces presidente norteamericano George W. Bush, y de engañar a la Gran Bretaña en cuanto a la necesidad de sumarse al conflicto.

Las transcripciones difundidas en los últimos dí­as sobre un número de audiencias sostenidas en privado dentro de la investigación también detallaban las preocupaciones del ex máximo funcionario jurí­dico sobre las declaraciones de Blair sobre la legalidad de la guerra.

En una declaración escrita difundida antes de su comparecencia, Blair reconoció que no habí­a examinado con Bush las preocupaciones jurí­dicas planteadas en Gran Bretaña.