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Qué pena presidente Colom que usted se sienta enojado porque los guatemaltecos queremos saber  a quién le entrega el dinero de  los impuestos. Y no es que vayamos a ir con ellos  a   señalarlos, solamente queremos establecer que todo está en orden.

Mire pues lo que pasó con el  vice Espada,  el paladí­n contra la corrupción resultó que  convive con  la corrupción en su propia oficina, porque eso de que no sabí­a  que  los dos puestos para los que nombró a su secretario personal el licenciado Perdomo, tení­an un salario, nadie se lo cree.

Pero más pena da que encima de todo el Ministerio Público  arremeta contra Diario La Hora por las publicaciones realizadas en relación a las oficinas de  Mi Familia Progresa,  que dicho sea de paso habrí­a que preguntar ¿la familia de quién?, porque parece que todos estamos ahora más fregados que hace unos años, sin remesas, sin empleo con educación gratuita sí­, pero sin maestros ni escuelas… bueno.

¿Y qué hay de la ley de libre acceso a la  información?  Si  el  programa de Mi familia Progresa usa recursos del Estado pues como que para su transparencia deberí­a ser más claro,  y  no solo permitir su auditoria sino  divulgar los datos solicitados, pero lejos de ello,  ahora se ampara en el secreto bancario.

Dicho en buen chapí­n, imagí­nese a donde vamos  a parar…

Si hasta para  poder tener la tarjeta prepago para    abordar un bus urbano, ahora resulta que casi debe indicarse hasta  la preferencia sexual.

No hay derecho, pero bueno eso piensa mucha gente, quizás usted se sienta ahora más  enojado ante la decisión de la Corte, de retirar al ministro Argueta.

Pero  y como cree que nos sentimos los guatemaltecos en general y los que se dejaron  llevar  por sus promesas de campaña y votaron por usted, cuando el mismo dí­a en que  destituye a Mario Aldana,  su tercer ministro  de agricultura  en dos años, por corrupto, otro, Bienvenido Argueta el segundo  ministro de Educación  de su gobierno debe retirarse por  incumplimiento de la ley y su favorito Fuentes Knight, Ministro de Finanzas  es declarado el quinto peor ministro de Economí­a del continente.

Y que hablar de la inseguridad en que vivimos, con mayor cantidad de muertos  diarios que durante el conflicto armado, esperando que llegue la inteligencia para poder salir a la calle sin  pensar en que quizás no volveremos.

 Pero presidente Colom  quizás tenga razón de estar más  que enojado,  porque  pese a lo que cree han sido sus buenos  esfuerzos, que nadie le agradece,  los guatemaltecos  nos sentimos más que  frustrados, engañados y traicionados.