Mario Cordero
En febrero y marzo del presente año, una exposición que se extendió por tres espacios diferentes, abrieron las puertas para ofrecer una muestra de arte emergente. Así, Morfo se constituyó en una de las pocas oportunidades para mostrar algo diferente del quehacer del arte visual del país, que difiere mucho a las exposiciones y muestras que se ofrecen en galerías comerciales y muestras itinerantes (y casi inexistentes) en los museos del país.
La exposición fue organizada en conjunto por el Ministerio de Cultura y Deportes, a través del Departamento de Apoyo a la Creatividad (CREA), la UNESCO, la Embajada de México y la Alianza Francesa. Recientemente, salió a luz el catálogo de exposición, en donde se ofrecieron decenas de las obras expuestas.
La curaduría de la exposición estuvo a cargo de Gerardo Estrada Rodríguez (Museo de Bellas Artes, México), Hilda Trujillo (Museo Frida Kalho, México), Claude Belanger (Manifestation Internationale D»art de Québec, Canadá) y Gerard Saurin (Alianza Francesa de Guatemala), además de los curadores nacionales Javier Payeras, Lucrecia Cofiño de Prera, Jorge de León y Benvenuto Chavajay.
Según el catálogo, las obras fueron seleccionadas merecieron esta elección por su calidad técnica y estética, así como por la originalidad, tanto temática como de recursos técnicos, además de tener una significancia dentro del contexto actual de Guatemala.
A continuación, analizo algunas de las obras expuestas en Morfo y que posteriormente fueron recabadas en el catálogo de exposición, con la finalidad de conocer qué hay detrás de este arte emergente y cuál es el panorama que nos traen los artistas que dominarán la escena visual en el futuro.